Los sauditas todavía no lo pueden creer

Soñar despierto. Fue un debut soñado para Arabia Saudita en el Mundial de Catar 2022. Bajo el mando del técnico francés Hervé Renard, los Halcones Verdes derrotaron por 2-1 a la Selección Argentina y dieron el primer gran golpe de la Copa del Mundo, previo a lo que después iba a suceder con Alemania y Japón. De ese modo, el conjunto asiático consiguió su primera victoria ante la Albiceleste, después de dos empates y dos caídas.

Además, el histórico triunfo ante Lionel Messi y compañía lo dejó en soledad en la cima del Grupo C. Los tres puntos le permiten alimentar la ilusión de acceder a octavos de final, lo cual significaría alcanzar su mejor actuación en citas mundialistas: la única vez que lo logró fue en Estados Unidos 1994.

Ni bien el árbitro esloveno Slavko Vincic pitó el final del encuentro, la alegría estalló en las calles de Arabia Saudita. En el centro de Riad, la ciudad capital, los aficionados que vieron el partido en una pantalla gigante formaron círculos de baile improvisados y ondearon la bandera nacional con la espada desde las ventanillas de los vehículos que hacían sonar sus bocinas. Durante los festejos algunos hicieron volar pipas de shisha, mientras otros saltaban y corrían.

En las redes sociales comenzaron a circular las celebraciones en hogares saudíes. Las imágenes reflejaron la felicidad y el descontrol desatado por el triunfo. En medio de la euforia, un ciudadano tomó un arma y comenzó a disparar al aire apenas se consumó la gesta. Otro, desbordado por la emoción, rompió y arrojó una puerta. Varios grupos fueron más tranquilos y solo se abrazaron y gritaron, muchos emocionados hasta las lágrimas.

Tal es la magnitud de lo acontecido para Arabia Saudita que las autoridades del país de Medio Oriente decretaron feriado para ayer.