No lucirá nunca, pero gana y eso es lo que importa

Por Daniel “Profe” Córdoba

sta vez se hizo justicia. Fue justo el resultado del primer tiempo y también el del segundo. Y es justo, además, este momento que atraviesa Estudiantes en la denominada Copa de la Liga.

Lanús, que realmente hizo muy poco o nada por propia incapacidad y no por una marca dura de Estudiantes, presentó un arquero, cinco defensas, tres medios y dos puntas, nunca alimentados como para llegar a marcar goles. Los locales, en cambio, jugaron con 4 defensas, 4 mediocampistas y dos puntas.

El piso estuvo malo para los dos.

Estudiantes se intuye que vive un momento de confianza por los resultados. Lanús, exactamente lo opuesto. Hubo un penal discutible pero acorde al nuevo reglamento. Y Boselli puso el 1 a 0 justo. Realmente el planteo de Lanús (5-3-2) le cayó muy cómodo a Estudiantes (4-4-2).

En el segundo tiempo todo siguió igual. En lo táctico-estratégico y en lo anímico.

Vi un Lanús pobrísimo. Su entrenador no hizo ni amagues de cambios. Y eso que los necesitaba…

Si bien Zapiola pudo poner el 2 a 0, el resultado siempre fue corto para Estudiantes, que luego sí pudo ampliar con Leandro Díaz.

El Pincha, una vez más, hizo la suya, y Lanús vino a pasear por la ciudad de los diagonales.

Deja salir. Espera en 3/4 tapando el centro. Presiona en los laterales y sale de contra. Es corto. No lucirá nunca. Gana. Atentos, que a este juego se juega con los pies y todos están bajo sospecha.