De La Plata a Italia

Profesores del talento y la pasión

Dos platenses se ganan la vida dando clases de pádel en el exterirol. La historia de Joel Ventura y Joaquín Bolognese, quienes se radicaron en un pueblito cerca de Bari, en el sur de Italia, donde juegan y despuntan el vicio con este deporte.

A comienzos de la década de 1990, con el boom de la importación y lo novedoso de todo lo que llegaba del exterior, el pádel se instaló con firmeza en nuestro país. Era un deporte cercano a la clase media, que se permitía abrir canchas en todos los barrios, y que juntó desde un médico hasta un mecánico para sacar turnos y jugar un partido de una hora en alguno de los tantos predios que se abrieron en el país. Lejos de ser la excepción, en La Plata se abrieron canchas de pádel como flores en primavera.

Eran los años en donde Alejandro Lasaigues y Roby Gattiker se destacaban en todo el mundo, y el deporte argentino se hacía conocido, entre otras disciplinas, por el buen desempeño de esta pareja en Europa.

De allí surgió el fanatismo y la pasión por este deporte, que luego fue heredada por otras generaciones de platenses que hoy dan clase en el mundo. Este es el caso de Joel Ventura y Joaquín Bolognese, dos jóvenes de 26 y 24 años que desembarcaron en un pueblo cerca de Bari. Por talento y buen nivel, también empezaron a competir y sueñan con ingresar en el top ten de mejores jugadores italianos, ya que tienen la doble ciudadanía y pueden representar a ese país.

Luego de terminar la secundaria (uno en el colegio Estrada y el otro en el Virgen del Pilar), recalaron en Palakendro, a cinco kilómetros de Bari, en el sur italiano. Allí se ganan la vida dando clases de pádel a decenas de personas que se han entusiasmado con este deporte en Europa.

“Me crié en la zona del barrio La Cumbre, en 132 y 530, y después de hacer la secundaria en el Estrada me llegué a recibir de Martillero, pero terminé llegando acá”, comentó uno de los jóvenes platenses, que llevó a vivir a su pareja a Italia.

“En Italia, una clase individual se puede llegar a pagar 35 euros, aunque en los lugares del norte los italianos pagan hasta 80 euros la hora para aprender a jugar”, describieron en contacto con este diario.
Con una competencia a la vuelta de la esquina, esta dupla de platenses que se radicó en Italia apunta a escalar y meterse entre los 10 mejores de ese país en este deporte.

“El año pasado nos bancamos la competencia nosotros, y por suerte ahora tenemos algunos sponsors. Con la pandemia estuvimos parados sin hacer nada desde marzo hasta junio, pero entonces empezamos de nuevo”, explicaron.

En Italia los protocolos son parecidos a los que se implementan en nuestro país, y en lugar de tapabocas, se exige la utilización de la “mascarina” dentro de los clubes y predios en donde se practica este deporte.

“La idea, aunque falta mucho todavía, es poder poner algún club de pádel acá en Italia. Por suerte lo que hacemos nos permite vivir bien acá. Extrañamos la familia y los amigos, pero sabemos que acá estamos muy bien”, completaron a la distancia.

“Los argentinos somos los mejores jugadores de pádel del mundo”, cerró diciendo desde Bari esta dupla de platenses que se abrió paso en la vida a través del deporte.

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