Sangre, sudor y lágrimas... ¡De emoción!

Después de cinco años la Selección vuelve a jugar una final de Copa América, y en este caso lo hará contra el dueño de casa en el Maracaná. Le ganó por penales a Colombia y apareció el arquero del cual muy pocos esperaban algo.

3 de Julio de 1990: Argentina pasa a la final del Mundial de Italia tras vencer en los penales al local en Nápoles y lo deja afuera de su Copa.

9 de julio de 2014: Argentina pasa a la final del Mundial de Brasil tras vencer a Holanda en los penales en San Pablo.

6 de julio de 2021: la historia se repite. Otra final, otra definición por penales, y un nuevo héroe que se gana el corazón del pueblo futbolero. Sangre, sudor y lágrimas de emoción…

Así como en las manos de Goycochea se quedó el grito italiano y en las de Chiquito Romero los sueños holandeses, ayer Emiliano Martínez, en otro mes de julio emotivo para la Selección, se quedó con el sueño de los colombianos, que erraron tres de los cinco penales que patearon, luego del empate 1 a 1 en tiempo regular.

A los tres partidos unió la misma característica: la emoción y las lágrimas del final. Nada más satisfactorio que celebrar una definición por penales y un pasaporte a una final como premio al esfuerzo realizado hasta último momento. Y esta Selección lo logró.

Otra vez con Lionel Messi como capitán y emblema, y con un grupo consolidado y jerarquizado con el correr de los partidos, la Selección volverá a jugar una final después de cinco años.

Tal cual viene ocurriendo desde el Mundial 2014, Argentina vuelve a ser protagonista en el plano internacional: en el Mundial de Brasil perdió con el equipo que se consagró campeón; en Rusia pasó lo mismo cuando cayó con Francia, y las Copas continentales del 2015, 2016 y 2019 también cayó con el equipo que se terminó consagrando.

Ahora, otra vez a un paso de poder levantar la Copa, las chances están parejas. Con Messi, Lo Celso y Lautaro Martínez como estandartes de la creación, al equipo no le sobró tiempo para ponerse arriba en el marcador y respetó la impronta que había logrado con Scaloni en todo este tiempo: salió a presionar, se puso en ventaja y obligó al rival a cambiar la estrategia.

Si bien Colombia respondió rápido, la Selección volvió a demostrar que es un equipo temible cuando ataca, aunque endeble cuando defiende. ¿Alcanzará esto para ganarle a Brasil el sábado en el Maracaná?

A priori, todo hace indicar que será un partido de ida y vuelta, donde Argentina llega agrandada por el nivel de su arquero, que ayer atajó tres penales en la definición.

Brasil, que arrancó a ritmo de samba y lambada, le costó ganar los últimos tres encuentros, y hasta empató también con Ecuador en la fase de grupos.

Sangre, sudor y lágrimas de emoción. El sábado, la presión será de los dueños de casa…

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