Amalia “Yuyito” González, una diva de todos los tiempos

Reconocida como modelo, actriz y vedette, la mujer dejó atrás ese camino para dedicarse a su familia y abocarse al periodismo

Amalia “Yuyito” González empezó su carrera profesional como modelo y vedette por la puerta grande, consagrándose como una de las divas de nuestro país. Poco a poco fue ganando fama y popularidad debido a su gracia, su carisma y la posibilidad de trabajar en elencos que la llevaron a la cima sin ningún freno. Además, fue la figura preferida de los capocómicos y de las principales campañas.

Gracias a su talento, el conductor, productor y gestor cultural Pepe Parada la encontró en un restaurante cuando ella era apenas una joven y le dio la chance de trabajar en alguna producción de la pantalla chica. Así sucedió con creces por muchas décadas, y, si bien lo disfrutó muchísimo, hoy su foco de atención y de disfrute está puesto en otros centros, como lo son sus amores familiares, los hijos, los nietos, el amor de sus amigos íntimos y de la carrera que estudió, que no es otra que Periodismo.

Además, González, hoy con 63 años, supo cosechar a tiempo completo su costado más espiritual, puesto que emprendió el camino para aprender sobre meditación, espiritualidad y todas las herramientas de terapias alternativas que se pueden encontrar en estos paradigmas tan en boga por estos tiempos. La fe en Dios y el amor por los suyos también tuvieron mucho que ver en el giro trascendental que supuso cambiar los escenarios, las puestas en escena, los shows y los flashes por una vida rica que sucede puertas adentro.

Yuyito tiene tres hijos. La primera, llamada Bárbara, es fruto de su amor con Guillermo Coppola, y la ha convertido en una abuela muy feliz. Asimismo, en sus segundas nupcias se convirtió en mamá de mellizos, Stefano y Brenda. El primero triunfa como deportista en Estados Unidos y también cursa sus estudios universitarios, mientras que la chica es modelo y una gran protagonista en las redes sociales.

Además de sus múltiples ocupaciones, la actriz también se hace un espacio para brindar conferencias de motivación e intercambio de saberes para la mujer. Asimismo, se ocupa de mantenerse siempre en forma; su imagen es impecable al igual que su formación, que siempre está en constante movimiento.

Con una gran trayectoria de la mano de Gerardo Sofovich, también se destacó gracias a sus roles en los shows de Jorge Porcel, con protagónicos en los setenta y ochenta. Luego los tiempos fueron cambiando, así como los contextos políticos y económicos, que también influyeron en la sociedad.

Televisión, radio y libros: el horizonte que vislumbró

Luego de una última temporada como vedette y de ser parte de éxitos televisivos indiscutibles como La peluquería de Don Mateo, la mujer decidió dar un volantazo en su carrera para poder trabajar en sí misma y así redescubrir sus mejores objetivos. En ese redescubrimiento entendió que podía ofrecer su carisma a la comunicación, por lo que encauzó su camino hacia el periodismo, estudiando en la Universidad del Salvador, con Bernardo Neustad como uno de sus mentores, y participando de programas en TV como

Desayuno americano, La jaula de la moda y, recientemente, El show del problema. Asimismo, sus dotes de conductora la llevaron también a la radio, teniendo su propio envío (La casa de Yuyito) y siendo parte de Viva la tarde junto a Romero Romerito. Pero este cambio con la comunicación como bandera no fue el único, ya que decidió encontrar otro perfil en su vida incursionando en la fe, que la lleva a recorridos internos ricos y nutritivos. Además, es una referente en la materia. De hecho, su libro De la fama a la fe, de 2010, se convirtió en un referente de cómo una estrella decide dejar de lado el éxito para volcarse a la fe. En 2012 publicó su segundo libro, 100 pasos que me llevaron a la bancarrota, en el que comparte sus impresiones como analista en inversiones.

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