Kate del Castillo, una rebelde sin causa

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV internacional, diario Hoy recuerda la vida intensa de la actriz mexicana.

Nacida en México en el seno de una familia de artistas y heredera de dos actores de renombre, Kate del Castillo siguió los pasos de sus padres y además hizo un gran tesoro en su carrera profesional en el arte, que la llevó a estar siempre en la cima, más precisamente entre éxitos y escándalos.

La mujer, que llegó a este mundo cuando ya estaban adentrados los años setenta, es la heredera del célebre actor Eric del Castillo, que supo estar en más de trescientas películas, en novelas y entregas radiofónicas. Hoy ya retirado, vive sus días entre su país natal y Estados Unidos.

Por su parte, Kate tiene una hermana llamada Verónica que sigue los pasos en el ambiente, pero por el lado del periodismo y la conducción.

En relación a la mayor de las hermanas Castillo, Kate dio sus primeros pasos en la actuación cuando tenía seis años. Estaba en un mismo proyecto junto a su padre, que se tituló Los de abajo, y se trataba de una obra que daba cuenta de la evolución en la historia de México.

Una vez que llegaron los años noventa, empezó su camino hacia la primera juventud y fue convocada como la heroína sexy para los proyectos Violencia en altamar, Amor que mata, Muchachitas, entre otros.

Su talento y seducción hicieron que las fronteras fueran traspasadas y así llegó a Estados Unidos, donde inició su camino en el séptimo arte junto a propuestas como roles secundarios pero de gran alcance.

Así, su rol llegó a ser fijo y la cara de Kate comenzó a ser vista en entregas como Weed, CSI, entre otras. Luego, la plataforma y productora Netflix la llevaría a estar en La reina del sur por seis temporadas consecutivas.

Poco a poco, Kate se instaló en Estados Unidos, país en donde fundó su hogar y en el que se encuentra radicada hasta el día de la fecha para trabajar y llevar su vida adelante.

Por su parte, la familia está en México, donde sigue trabajando en locaciones y produciendo para la televisión de ese país.

El escándalo que cruzó fronteras

A fines del 2012, el político Enrique Peña asumió como presidente de México, y la actriz Kate del Castillo fue muy crítica con él, luego denunciando que fue perseguida en más de una oportunidad.

Del Castillo indicaba que un partido de derecha no fortalecería al país y publicó una carta en Twitter con referencias a la figura del Chapo Guzmán, un reconocido narcotraficante. Esto hacía alusión a que en el escrito la mujer decía que había que “traficar amor”.

De esta manera nació una amistad con el delincuente, quien estaba en la cárcel y le enviaba flores. Luego el hombre escapó de la prisión y estuvo unos años en libertad hasta que lo detuvieron en Sinaloa.

Con muchas ofertas para que su historia llegara al cine, él (y antes de la prisión) eligió a Kate para una propuesta seria, y así fue. Entonces ella se mostró interesada, fue a su encuentro y tuvo una entrevista junto a su pareja de aquel entonces, Sean Penn.

El encuentro ocurrió en persona entre los tres en un espacio oculto, y una vez que salió a la luz, todo estalló por los aires. Primero porque Sean Penn tomó las riendas del asunto y escribió una nota que se convirtió en el hito del periodismo, como una crónica más que buscada, y ella quedó expuesta.

Primero fue buscada por colaboración con un fugitivo. Además, el Chapo le dio los derechos sobre su obra.

La pareja se separó, no sin una enemistad, y el Chapo volvió a su cárcel al ser atrapado. El documental tuvo un poco de luz, pero quedó en la nada.

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