Los '80
Amo y señor: relaciones entre cachetazos
En un repaso histórico por los ciclos que marcaron un momento en la TV argentina, diario Hoy recuerda la novela que marcó la diferencia por visibilizar erotismo y violencia física.
Tras la vuelta de la democracia, Alejandro Romay recuperó la dirección del viejo Canal 9 Libertad. Los guionistas Juan Elicetche y Daniel Delbene, junto al director Carlos Lozano, trabajaban en una ficción que, sin dudas, daría para hablar hasta nuestros días. Asimismo, se instalaría en el imaginario colectivo por sus escenas innovadoras y subidas de tono para aquella época imperante.
La novela en cuestión fue Amo y Señor. Estuvo protagonizada por Luisa Kuliok en el rol de Victoria Escalante, una aristócrata venida a menos que contrae nupcias con Arnaldo André, un galán y nuevo rico llamado Alonso Miranda que llegará a Puerto Caliente, una ciudad tropical, para alcanzar el tan ansiado estatus social.
Durante la trama también se visibilizan los negocios ilícitos como la corrupción, el contrabando, el juego clandestino y el narcotráfico.
Sin embargo, en este sentido, lo más llamativo fueron las escenas de explícito erotismo y violencia física dadas entre los personajes de Luisa y Arnaldo. Todo comenzó con una toma de uno de los primeros capítulos en la que él la golpeó: ese recorte se utilizó para la pauta publicitaria y el éxito fue tal que luego se instaló como el modo en que la pareja se vinculaba siempre dentro de la ficción.
Para rememorar su interpretación en el culebrón de 175 capítulos, así como la connotación que plasmó en la televisión argentina durante 1984, el actor paraguayo Arnaldo André se expresó sobre el rol. Acerca de las escenas repletas de cachetazos recíprocos con su compañera de elenco, dijo: “Tengo recuerdos muy lindos de esa época, estábamos muy entusiasmados y no podíamos creer lo que sucedía con la aceptación del público y los puntos de rating. Hasta hoy hablan de Amo y señor. Esas escenas como la del cachetazo serían imposibles hoy en día. No podrían darse, hoy la gente está más con los ojos abiertos como también los medios de comunicación. Así descubrimos que se usan para orientar a las personas, para ayudarlas, sobre todo a aquellas que sufren los maltratos, que sepan que pueden reclamar, tienen ayuda”.