Daniela y Thiago revelaron cuáles serán los nombres de sus hijas
En un emotivo baby shower, la pareja reveló varios datos de sus futuras hijas. Serán padres de gemelas, ya eligieron sus nombres y hasta quiénes serán los padrinos.
Daniela Celis y Thiago Medina serán padres de gemelas, por eso el fin de semana organizaron un baby shower donde se hicieron presentes muchas figuras reconocidas del espectáculo y familiares de ambos.
Este evento lo realizaron para conocer cuáles serán los nombres de sus bebés y también del sexo. La pareja muy felizmente anunció que vendrán al mundo dos nenas y que se llamarán Aimé y Laia.
En el día de ayer contaron que los nombres los eligieron gracias al buscador de internet, Google, que les iba diciendo el significado de cada uno.
“Aimé viene de Amelié, que significa amada. Mujer amada. Y Laia es una mujer fuerte que va para adelante. Me gustaron los dos significados”, detalló la futura madre.
En la visita que le hicieron a Vero Lozano en su programa, Thiago se confundía el nombre de Laia con el de Laila, porque este era el que más le gustaba.
El futuro papá también se sinceró durante la entrevista: “En mi cabeza estaba seguro que iban a ser hombres y me aprendí los nombres de los varones. Quería que sean nenes, igual con las nenas estoy re contento”.
Daniela aclaró que así como tenían los nombres de nenas, también tenían de nenes, los cuales hubiesen sido Eitán y Aidán.
También revelaron en el emotivo baby shower, los nombres de los padrinos, ellos serán Julieta Poggio y Nacho Castañares. Ambos revelados por medio de un juego divertido al que no le faltaron las lágrimas.
La conmovedora celebración se dio en un predio al aire libre, donde los invitados pudieron ver como se fue revelando el sexo de los bebes, a través de la suelta de globos y el despliegue de fuegos artificiales de color rosa. “Nos lloramos todo, no lo puedo creer. Las soñé”, narró luego Pestañela.
Para elegir a las madrinas, llamaron a Mara Celis, hermana de Daniela y Julieta Poggio, ambas tuvieron que abrir una caja, donde había un cartel que las nombraban futuras madrinas, a lo que le siguieron los abrazos y hasta algunas lágrimas.
En cambio, para elegir a los padrinos, optaron por hacerlos participar de un juego, en el que, una vez finalizado, los premiaban con una remera que decía que habían sido elegidos para acompañar a los futuros bebés.