Entrevista Exclusiva

Dolores Fonzi: “No hay nada mejor que trabajar en una película sobre una novela que te encanta”

Presentada recientemente en el Festival de San Sebastián, Distancia de rescate llega a salas seleccionadas con una propuesta diferente que explora vínculos y roles en la sociedad.

Dolores Fonzi protagoniza Distancia de rescate (dirigida por Claudia Llosa), en la que encarna a Carola, una enigmática mujer con un pasado que pocos conocen.

El relato, inspirado en la novela de Samanta Schweblin, tiene a María Valverde, Guillermo Pfenning, Cristina Banegas, Germán Palacios y Emilio Vodanovich. Diario Hoy dialogó en exclusiva con la actriz para conocer de su rol y próximos trabajos.

—¿Cómo fue ingresar en el universo tan particular que propone la película?

—Leí la novela y me había encantado, al tiempo apareció la directora proponiéndome la película. No hay mejor panorama para un actor que te llamen para trabajar en una película sobre una novela que te encanta. Fue así, y meterme en el mundo, que el guión está tan bien escrito por Samanta y Claudia, y la adaptación al cine está tan bien hecha que el espíritu de la novela está en ella, todos se preguntan cómo sería la adaptación y es increíble. Más allá de la maternidad, las amistades entre mujeres, las comunidades de mujeres que se mantienen entre sí, también está el tema de los glifosatos que es el verdadero riesgo y convivimos todos los días con eso.

—Es difícil explicar de qué va la película, la novela también tenía eso…

—¿Te parece? Siento que la película es más clara y que al verla, sin spoilear, cierra cositas, como que está en todos lados, esto pasa si leíste la novela, si no lo hiciste pensás que es una película más de terror o género, pero no es sobre eso la novela, la película atraviesa cada momento de la novela, cerrando, abriendo espacios y volviendo a cerrar.

—Cuando leíste la novela, y conociste a los dos personajes, ¿soñaste con alguno? ¿Te gusta Carola o querías ser Amanda, cuando llegó concretamente la película?

—Pienso que me hubiera gustado cualquiera de los dos, Carola me encanta porque es la enigmática, la misteriosa, es como la villana de la película también, la otra es la que le pasa todo. Lo que me gusta de Carola es el pasado y el presente, Amanda no tiene eso, pero ser parte de la película es lo que me gusta, más allá del personaje que me tocó, y me halaga que Claudia haya pensado en mí para hacer este personaje enigmático y misterioso, bikini dorada, ese pasado que tiene, cuando relata su situación con el hijo cuando era chico y ahora que es grande que ella se transformó en algo que quería e idealizaba.

—¿Fue complicado componer esas dos partes del personaje?

—Ese era el desafío, 10 años antes, 10 años después el mismo personaje, que lo pude hacer con Claudia, muy de la mano, ensayando, es hermoso eso, actuar eso de tener 10 años menos. En el presente esa jugada arriesgada de esta pueblerina que pretende ser más de lo que el pueblo admite, bikini y argollas doradas, pelo rubio, exultante, que en la primera parte no es así, por tener su hijo y lo que le pasa. La película es el encuentro entre estas dos mujeres, Carola del presente y Amanda, Carola que se excita con la presencia de alguien nuevo a quien conquistar, que le viene a levantar la vida que tiene, trabajando mucho con María, generando un vínculo real de amistad e intimidad y la preparación tuvo que ver más con eso que con otra cosa, trabajando juntas con María, con Claudia, Samanta, todas chicas trabajando juntas. Voy a ir a San Sebastián a acompañar el estreno, tengo las dos dosis, así que voy. Ya pude verla en un viaje relámpago en un cine en Los Ángeles y es espectacular.

—Saliendo de la película, ¿seguís con tu proyecto para dirigir?

—Sí, sigo. En pandemia se complicó todo, pero sigo con ese guión esperando que suceda la magia de la financiación, que es compleja. Además voy a actuar en una película de Ignacio Rogers que se llama Las fiestas, donde va a estar también Ezequiel Díaz, y los otros actores están por confirmarse, se rueda en noviembre y después ya espero dirigir la mía, pero no se cuándo todavía.

—¿Tenés algo pendiente de estreno?

—No. Estoy en medio de decidir cosas para organizarme el próximo año, quiero dirigir pero quiero actuar pronto.

Samanta Schweblin y Claudia Llosa tras la brillante propuesta

Claudia Llosa y Samanta Schweblin se encargaron de adaptar la novela del mismo nombre que la escritora argentina imaginó. En un diálogo exclusivo con diario Hoy cuentan detalles del trabajo en equipo que hicieron.

“Leí la novela de Samanta de un tirón, en un ratito y la urgencia de conectar con ella, nunca había tenido la necesidad de adaptar una novela, como cineasta, no me había pasado. Tuve mucho pudor a la hora de escribir la carta que le mandé, cuidando las palabras, y le dije que me encantaría tener la posibilidad de adaptar la novela, sin saber que muchísimas otras personas se lo habían pedido. Nos encontramos en Madrid, le dije dos o tres cosas que sentía muy importantes a la hora de ejercer la adaptación, qué era lo que quería cambiar y específicamente a nivel de relato, que de alguna manera arrastraba el relato como un cordón umbilical, como una distancia de rescate a lo largo de toda la película, y luego hablamos de la voz en off, que era el gran relato, de cómo yo lo veía a este diálogo”, cuenta Llosa sobre cómo se originó la película.

“Cuando terminé de escribir la novela sentía que ya no tenía más que decir al respecto, pero luego, durante el trabajo con Claudia, aparecieron cosas nuevas, a veces tan potentes que hasta llegaba a pensar, ¡cómo me perdí esto! Pensé que la experiencia de adaptar algo propio podía ser complicada para mí, que podía no tener la suficiente distancia con el texto, pero fue todo lo contrario a lo que esperaba, fue el placer de volver a pasar por esta historia pero de una manera completamente diferente”, dice Schweblin sobre sus sentimientos de revisitar su propia historia pero desde el cine.

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