Dos directoras tras los pasos de una figura clave del cine argentino
Llega a las salas una película sobre una de las figuras claves del cine argentino, un trabajador imprescindible que supo hacer de su profesión un ejercicio de honestidad, pasión y lealtad.
Alejandra Martín y Paola Rizzi estrenan Chango, la luz descubre, película recientemente presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y que se centra en la figura del director de fotografía Félix “Chango” Monti, uno de los profesionales más queridos, productivos y solicitados de nuestro país.
“Al hacer la película reafirmé su pasión por hacer cine, su deseo permanente, su pulsión vital, su necesidad de estar siempre en un set y cómo nos contagia a todos, los que lo observamos y respetamos, esa misma pasión”, dice a diario Hoy Rizzi, una de las realizadoras de la bella propuesta, que incluye invaluables testimonios de figuras como Fernando Pino Solanas, Luis Puenzo y Lita Stantic.
“Haciendo la película descubrimos algunas facetas como que fue boy scout, hay toda una parte que no quedó en el corte final, que tiene una historia muy interesante sobre su abuela, que eso explica muchísimas cosas de la relación y comprensión de Félix con las mujeres y de las mujeres”, suma.
“Hay una parte de la vida de él, muy interesante, que quedó fuera de la película, porque siempre hay que hacer un recorte para contar una historia, que fue un gran descubrimiento, sus orígenes, sus ancestros, ese mundo de los carromatos y de las compañías en las que estaba su familia, tanto materna como paterna y cómo él fue criado también de una manera muy libre y particular y lo culto que es, eso es impresionante”, concluye.
Monti fue formado como aprendiz en los viejos estudios de la era de oro del cine argentino, empezó a iluminar películas en los sets de filmación de comerciales junto a Luis Puenzo, en los años 60. Su carrera lo llevó a trabajar con los mejores directores y directoras de los años 80 para acá, como Pino Solanas, María Luisa Bemberg, Lucrecia Martel y Ariel Winograd, entre otros y fue una pieza fundamental del primer Oscar argentino, por La historia oficial, de Luis Puenzo. Monti fue también partícipe como director de fotografía del segundo premio Óscar para la Argentina en 2011, el recibido por El secreto de sus ojos, de Juan Campanella. Hoy, con 83 años, continúa trabajando incansablemente, tanto en cine como en teatro.
En el año 2019 la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina (ACCA) le otorgó un Premio Cóndor homenaje por su excelso trabajo que incluye: La civilización está haciendo masa y no quiere oír, de Julio Ludueña, El exilio de Gardel, Sur, El viaje, todas de Fernando Solanas, Yo, la peor de todas y De eso no se habla, de María Luisa Bemberg, y Permitidos y El robo del siglo, de Ariel Winograd.
La hija oscura
De paso reciente por varios festivales internacionales, incluyendo nuestro querido y siempre potente Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, esta película dramática estadounidense-británico-israelí, escrita y dirigida por la también actriz Maggie Gyllenhaal, basada en la novela del mismo nombre de Elena Ferrante, cuenta cómo una mujer (Olivia Colman) llega a una isla de Grecia en donde tratará de olvidar un oscuro pasado que la atormenta.
La película puede verse en Netflix, que de esta manera sigue sumando títulos que seguramente estarán en la próxima temporada de premios, como El poder del perro, de Jane Campion, o la potente y entrañable Fue la mano de Dios, de Paolo Sorrentino, un homenaje al cine, al fútbol, a las pasiones, deseos y Maradona.