Gustavo Zerbino: “Lo único que produce resultado en la vida son las acciones”
Uno de los sobrevivientes de la tragedia aérea del 13 de octubre de 1972, Gustavo Zerbino, dialogó con nosotros en exclusiva.
―¿Qué sensaciones tenés al ver esta película y haber estado detrás de escena?
―Es una película maravillosa la que ha hecho J.A. Bayona y le va a permitir al mundo entero sentir y revivir lo que nosotros vivimos durante 73 días en un valle que llevaba el nombre de Valle de las lágrimas, donde nunca había pisado el hombre. Esta vivencia que te ofrece Bayona por medio del arte del cine va a expandir la conciencia colectiva del mundo actual, donde un grupo de chicos de 17 años abandonados por el mundo, con todas las condiciones más adversas, donde toda la mente y toda la información decía que era imposible haberse subido a la escalera mecánica hacia arriba, que era la ilusión, la esperanza de aceptar que lo único que produce resultado en la vida son las acciones. Para eso había que vivir, y para vivir había que ser totalmente transgresor y elegir entre la vida y la muerte, y todo era la muerte. Estábamos rodeados de cadáveres, que eran mesas, bancos, que eran nuestros amigos, que ya se habían transformado en estatuas de hielo, y para vivir había que animarse a pelear contra Mike Tyson, en una pelea a 12 rounds. Vivir era luchar y para luchar había que alimentarse de la energía que había, que eran los cuerpos de sus amigos muertos, pero había que seguir peleando con Mike Tyson. Eran 73 días de batalla de lucha. Lo más fácil era abandonar y dejarse llevar por la muerte dulce, pero ese proceso de confianza, de ilusión, de esperanza, todo por unanimidad, hizo que haya tenido esta experiencia y hoy este mensaje que va a llevar Netflix. De una sociedad que necesita reencontrarse, que necesita tomar decisiones, en beneficio común, donde tiene que haber solo un objetivo que es que todos vivamos mejor en un mundo, en un país, que vive en abundancia, que le sobra comida, pero le falta respeto. Hay que buscar la concordia y objetivos comunes, lo tienen que encontrar y como somos uruguayos, la madre de mi hija, mi segunda mujer era María, argentina, tengo una hija argentina, nosotros estuvimos en la Argentina, somos argentinos los sobrevivientes los Andes, porque nos parió la montaña a 4000 metros de altura, o sea que el dolor es la mejor enseñanza a la vida. Espero que entre todos, como nosotros, una cordillera, los ciudadanos de este planeta Tierra y los argentinos, en particular, tomen decisiones que sean por el bien común, con respeto. El pasado se puede cambiar, pero el futuro es de ustedes y nosotros hoy lo compartimos con toda la familia de la montaña, porque no somos nosotros, son todos los que están muertos, son los que viven, es el mensaje más grande por medio del respeto a las transmisiones y la alegría de vivir, así que gracias por ser argentino y le deseo lo mejor a tu país.