Jorge Leandro Colás presentó su nueva película

El potente realizador estrena un relato llamado Los médicos de Nietzsche, inspirado en la figura del doctor Esteban Rubinstein, que se podrá ver en el Cine Municipal Select.

Jorge Leandro Colás, que este año estrenó Viedma, la capital que no fue, presenta ahora Los médicos de Nietzsche, una reflexión sobre la medicina tradicional y los tratamientos. Con él hablamos para conocer más detalles de la propuesta que se puede ver en el Cine Municipal Select a las 18:30.

—¿Cómo te sentís con el estreno? La película pasó por el Bafici, ganó algunos premios, estrenaste Viedma y ahora nuevo estreno...

—Sí, la verdad es que estamos muy contentos de poder estrenar Los médicos de Nietzsche. Fue un año bastante intenso en ese sentido de estrenar dos películas que se juntaron una se atrasó, la otra se adelantó un poco. Entonces se juntaron los dos estrenos y con mucha expectativa con Los médicos de Nietzsche que tuvo proyecciones que estuvieron muy muy buenas a nivel público, reacción de la gente. En Bafici ganó el premio al montaje así que estamos como entusiasmados por lo que viene ahora con el estreno en sala.

—¿Cómo conociste a Esteban?

—A través de un amigo en común y me encontré con Esteban que hace bastantes años que viene estudiando filosofía, estudiando la obra de Nietzsche, y ­vincula ese mundo nietszcheano al espacio de la consulta médica. La verdad es que al principio, en los primeros encuentros informales que teníamos con él, me costaba entender cómo se podía asociar a un filósofo de siglo pasado a una situación concreta de un problema de salud en la Buenos Aires de hoy. Pero poco a poco, un poco sus ideas fueron como macheando y sentí que había algo potente, interesante para contar en un documental.

—¿Cuándo decidiste que, más allá de comprender un poco cuál era su metodología o filosofía de trabajo y cómo aplicaba los principios de Nietzsche, la película tenía que transitar los dos espacios, el de la consulta y el del acompañamiento de determinados pacientes, y por otro lado el espacio un poco de reflexión y de formación que tiene con otros médicos?

—Al principio en las primeras etapas de rodaje empezamos a grabar con sus pacientes, más que nada con tres pacientes que son los que están en la película, con puntos de vista distinto sobre la vida, sobre el cuerpo, sobre la salud, sobre la enfermedad. Pero nos parecía también interesante encontrar un poco espacios de reflexión de estos médicos en un trabajo en proceso. Ellos no tienen tampoco, bueno, es algo filosófico, no tienen la verdad sobre las cosas, sino que están trabajando, pensando y reflexionando sobre cómo se pueden encontrar algunas ideas más externas a la medicina, al campo de la consulta médica general.

Poco a poco empezamos a encontrar en esas charlas entre estos minutos también cosas interesantes que iban a ayudar a entender también de dónde vienen, qué es lo que piensan y ponernos un poco al lado de los médicos también. No como que todos en general fuimos pacientes, somos pacientes, hemos tenido problemas. pocas veces entendemos qué te pasa en médico ante nuestras consultas, así que me parecía que se armaba algo interesante y un balance interesante para comentar en la totalidad de la película.

—¿Y que Valeria, Paco, Julio iban a ser los protagonistas? ¿Recorriste otras historias clínicas? ¿Esto fue un consejo de Esteban? ¿Cómo fue la elección de ellos?

—Sí, hubo todo un proceso de selección bastante arduo, teníamos la particularidad de que Esteban tiene pacientes desde hace muchos años, cinco, 10, 15 años, entonces nos parecía interesante para la película como que el registro del documental se apoyara en esa confianza que ya está construida entre ellos, como en el documental y principalmente en el documental de observación, la confianza es clave para que la presencia de la cámara no se sienta. Entonces, empezamos a hacer un posteo de esos pacientes con los que él tenía más confianza y con los que conocía desde hacía más tiempo.

Y al comienzo empezamos a llevar alrededor de seis, siete pacientes, y un poco casi naturalmente fue decantando en Paco, Valeria y Julio, que nos parecía que eran los personajes más atractivos a nivel idea sobre el mundo y sobre la vida, también por los procesos que estaban atravesando en sus cuestiones de salud. Como que había los tres posibles tratamientos distintos en donde la filosofía y estas ideas de lucha entraban de forma distinta, entonces parecía que en ellos tres podíamos condensar un poco todo lo que era ese trabajo. Y poco a poco, como algunos seleccionaban, algunos pacientes se iban, no volvían, como que también fue un proceso consensuado y con muchas conversaciones el equipo de realización de la película y estos pacientes que en determinados momentos fueron parte del rodaje de la película.

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