Jorge Porcel: del éxito humorístico a las graves denuncias de abusos
Diario Hoy recuerda la vida del capocómico, quien fue venerado por el público antes de que surgieran serias acusaciones en su contra.
Con una enfermedad crónica como es el sobrepeso y el carisma de un humorista, Jorge Porcel llegó a pesar 250 kilogramos mientras cosechaba una fortuna invaluable gracias a sus películas de comedia, programas humorísticos televisivos y obras de teatro, más precisamente las pertenecientes al género de revista porteña. Además supo formar una dupla entrañable con Alberto Olmedo, que hacían reír a todo un país.
Sin embargo, cuando la luz de la cámara se apagaba, la realidad alrededor del capocómico era absolutamente diferente. Si bien muchas personas elogiaron su carácter y los lazos que entablaba, algunas mujeres salieron a denunciar que se sobrepasaba, tenía conductas impropias y que llegó a abusarse de su situación de poder.
La popularidad absoluta también hizo que se uniera a Susana Giménez y a Moria Casán para grabar películas que hoy forman parte del imaginario colectivo.
Sus compañeros no hablaron de la mejor forma de sus modos y decían que solía tener muchos momentos de malhumor. Incluso corría el rumor de que hacía pasar a las chicas que empezaban por su alcoba para aceptarlas en el programa.
Una de las que se animó a denunciar fue Georgina Barbarrosa, quien compartió un proyecto con el actor mientras estaba embarazada de sus mellizos: Juan y Tomás. Según indicó, soportó que el hombre la manoseara y tuviera toda suerte de improperios para con ella. Esta situación fue revelada de forma reciente.
Por otro lado, Porcel salió con Carmen Barbieri: mantuvieron un noviazgo clandestino que duró un tiempo prudencial hasta que siguieron caminos por separado. El artista estaba casado y ella era la hija única del comediante Alfredo Barbieri, quien llegó a amenazar a su no querido yerno para que cortara esta relación.
Luisa Albinoni fue su siguiente romance y, aunque Porcel estuviera comprometido, también se veía con Olga Gómez, una peluquera y la madre de su único hijo llamado Jorge Porcel Jr.
Tiempo después, a inicios de los ochenta, el hombre adoptó a una niña a la que llamó María y así agrandó a su familia. Por ese entonces, se sometió a una dieta exclusiva con Alberto Cormillot para bajar unos sesenta kilos. Además quería irse del país. Es por ello que probó suerte en los Estados Unidos, más precisamente en Miami, donde pudo radicarse y abrió un restaurante con notable éxito. De hecho, actuó en el filme Carlitos Way bajo la dirección de Brian de Palma.
Finalmente, iniciaron los problemas de salud por su obesidad morbida, las adicciones, el Parkinson, la artrosis y la imposibilidad de caminar, que lo dejaron en un hospital de Miami hasta que murió en mayo del 2006.