Lucía Garibaldi cuenta detalles de su ópera prima

Diario Hoy dialogó con la directora de esta propuesta que desde el jueves llega a Cine Virtual de PCI Cine.

Después de sus cortos Colchones y Mojarras, Lucía Garibaldi dirigió su ópera prima Los Tiburones, con Romina Bentancur y participaciones de Valeria Lois y Fabián Arenillas, una coming of age en la que se desarrollan ideas sobre la adolescencia y la rebeldía.

Diario Hoy quiso saber más de esta propuesta y dialogó con la directora de esta propuesta que desde el jueves llega a Cine Virtual de PCI Cine.

—¿Cómo surge la historia de la película? ¿Qué fue lo más difícil de rodar?
—La historia surge más con la construcción del personaje protagónico que con la trama, a partir de los planes que piensa y ejecuta, así se armó la trama. Eso por un lado. Lo más difícil de rodar fue la cámara en el bote, eso fue difícil porque de repente vinieron olas, salpicaban, ella se dirigió básicamente sola, hacía claqueta, hacíamos lo que podíamos, hay una escena de bajada en bicicleta y nos cansábamos de subir (risas), ahí tengo casa de verano así que ya la pensaba.

—¿Tardaste mucho en encontrar a la protagonista?
—No, fue la primera que ví, estaba en un laboratorio y me mandaron a encontrar alguien y filmarla y la encontré.

—Tiene una manera de interpretar única y siempre actúa…
—Sí, hasta en las cosas malas, es medio psicópata, o no, o mala, la gente la encuentra de otra manera.

—¿Te gusta que se piense eso de ella?
—Sí, me encanta, en un Q&A me dijeron que les daba culpa empatizar con ella. Está en no lugares, en una etapa de la vida, un paréntesis, me gusta su ternura, quería mezclarla con la maldad, fue un laburazo, estuve siete años escribiéndola. Al principio era mala, malísima, después fue más graciosa, se le fue la solemnidad a la película, con menos afirmaciones, fue un proceso mío también de querer filmar más austero y sencillo.

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