Entrevista Exclusiva

María Onetto: “Me di cuenta de que tenía una vida más allá de los planes”

En diálogo con diario Hoy, la protagonista de La mujer sin cabeza habla de su vida en cuarentena, la obra La persona deprimida y mucho más.

La talentosa María Onetto se anima al streaming en pandemia con La persona deprimida, que puede verse en la plataforma Plateanet, además de emisiones online de otras obras que protagonizó como

En lo alto para siempre o La casa de Bernarda Alba. Diario Hoy habló con ella para conocer más sobre esta intérprete excelsa.

—¿Cómo estás llevando adelante esta situación extraordinaria que vivimos?

—Hubo distintas fases, así como afuera, también en mi interior y mi día a día. Los primeros 50 fueron de muchos descubrimientos, fue un cimbronazo parar todos los proyectos y enfrentarme a mí misma. Comí algunas verduras por primera vez, descubrí Netflix y Amazon Prime Video, empecé a utilizar la aspiradora en otros espacios, entendí mucho algo que había escuchado sobre las respiraciones conscientes para detener cierto parloteo inútil en la cabeza, banalidades, miedos, pensamientos que no ayudan.

Estoy funcionando en una zona que conozco más, actuando de la forma que permite la pandemia y con la idea de conservar algunas cuestiones asociadas a uno sin caretas en los vínculos y el contacto social.

—Además descubriste tu casa…

—Claro, la casa se subjetiviza, la querés o te molesta. También ver cómo uno vive un una abundancia insufrible. Me dije basta de pensar en lo que no hay, comí, me bañé, ví el sol. Actuar o la ficción me permiten decir verdades y enfrentarme conmigo misma, y la vida misma no tanto, así que la cuarentena me permitió conectar y que se revelaran otras cosas.

Me gustó mucho una pregunta que leí los primeros días: ¿nuestra vida solo tiene sentido cuando se confirman nuestros planes?, y me ayudó mucho esa pregunta, porque me di cuenta que tenía una vida más allá de los planes.

—Y en esa vida hay planes pasados que vuelven, como lo que hiciste en Plateanet, lo del Cervantes, Timbre 4, TV Pública, ¿cómo es estar tan vigente aun en confinamiento?

—Lo de la obra será una situación inédita para mí, esto del streaming, de actuar en vivo, pero filmada, que sea algo parecido al aquí y ahora de una función, pero sín el público. Se dio lo de la emisión en TV Pública de Doce Casas. Descubrí los vivos de redes, haciendo algunas lecturas por ahí, pero con respecto al teatro, no siento que sea teatro, vivo la adrenalina de la función, pero es otra cosa. Sé que estamos con estas propuestas acompañando a la gente.

Sobre estrenar virtualmente y actuar online

—El título de la obra, La persona deprimida, para aquel que desconoce de qué se trata, podría generar rechazo y acercamiento ¿cómo fue pensarla para este momento?

—A mí me alegró este material, y para este momento, si bien tenía Potestad o Valeria Radioactiva, esta me parece que es ideal porque es un estallido de angustia unido a algo desopilante. Con mucho humor, cómo cuenta el personaje su situación de angustia, no solo en lo que dice, sino en su desmesura. No es melancolía, es dolor, es honda, yo no soporto mucho lo melancólico, me parecen cosas tibias y como espectadora me molesta el baño del dolor, a mí me interesa más el ardor. Es una propuesta a la que nadie le quiere cambiar el título, y tal vez el que lo lea con prejuicio se la pierde.

El autor la define como alguien obsesionado consigo mismo, es una patología con síntomas físicos que deben ser tratados psiquiátricamente. Desconoce la empatía, no puede salir de su dolor. Es como si David Foster Wallace se enfrentara a sí mismo y dijera no soy ningún pobrecito, no puedo salir de mí, por eso es difícil ayudar a los depresivos, este camino de Wallace no la conocía.

Tengo una madre depresiva y me cuestionaba yo por qué no la podía ayudar, porque en un punto sos invisible para ellos. La salida en la obra está cuando puede registrar a otro, pero es muy habitual ver esto ahora en la pandemia.

Al inicio estaba el miedo, personas con las que no pudiste seguir hablando porque estaban muy retraídas en sí mismas. Es una instancia además solidaria del momento, que no salgas es para no molestar a los demás en caso que seas un asintomático y esa situación de la pandemia reveló mucho del obsesionado consigo mismo, no nos podemos salvar solos, y si estas en esas posiciones no lo vas a poder hacer.

Lucrecia Martel, Rompecabezas, y otras obras del séptimo arte

—¿Cómo fue componer ese increíble personaje en La mujer sin cabeza?

—Es más que un personaje, es un estado de cosas. Nunca sabremos quién es, la conocemos por su familia, pero la vemos inmediatamente escindida de esa situación. Luego su transformación como consecuencia de aquello que han negado. Fue fuerte, un guion impecable, ser dirigida por Lucrecia Martel, estás frente a una potencia cinematográfica, alguien que no está casada con nada, sí con lo artístico.

—Y de Rompecabezas ¿sabías que Meryl Streep quería hacer la remake?

—No lo podíamos creer con Natalia Smirnoff. Que Meryl Streep quisiera hacer la película por algo que vio en mí, además de cómo está hecha esa película que es como un bordado, es muy estimulante.

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