Mónica Ayos: una estrella internacional con acento argentino

Nacida en Buenos Aires, Mónica Ayos comenzó su carrera como estudiante de canto y baile. Luego pasó por la comedia musical y actuación. Sin embargo, esto no fue casual, puesto que la rubia es la hija de un matrimonio que se dedicó al tango. Es más: formaron parte estable de la orquesta de Mariano Mores y Osvaldo Pugliese, lo que los llevó a recorrer el mundo entero.

Luego de llegar a la adultez, Mónica comenzó a dar pasos de comedia en programas de adultos o picarescos que hoy no podrían existir. Poco a poco, ella fue ganando popularidad y además debía trabajar sí o sí ya que era la jefa de la familia y tenía a su cargo a un niño pequeño llamado Federico. Al poco tiempo de ser mamá, la vedette se separó y debió afrontar la vida en soledad con un hogar a cuestas.

A la medianoche, aparecía vestida con el mapa de Argentina en un programa junto a Jorge Rial. Asimismo hizo otras apariciones en Los Benvenuto o Mi cuñado.

Poco a poco sentaba precedente en la pantalla chica y su silueta la catapultó a ejercer como vedette en obras de teatro lideradas por los capocómicos más resonantes del país. Una vez que comenzó a estudiar actuación también dejó, por un rato, las plumas de lado y fue parte de las comedias Franco Buenaventura, Son amores, Costumbres argentinas, Por amor a vos, Sos mi vida, Herencia de amor, entre otros. A la vez se destacó en unitarios como Tiempo final, Mujeres asesinas e Historias de gente común.

Modelo, actriz, vedette, bailarina, y otros talentos, hicieron de Mónica toda una estrella que supo atravesar las fronteras en Latinoamérica.

La resiliencia de la artista

La vida de esta mujer no fue nada fácil, puesto que su primer matrimonio estuvo manchado por la violencia doméstica. Es más, durante una entrevista que brindó a la televisión argentina, declaró cómo fue víctima de los golpes de su exmarido y luego de una cesárea programada, sufrió abusos sexuales. De esta manera tomó la decisión de cambiar la realidad, se fue del hogar para nunca más regresar. Así comenzó de nuevo junto a su hijo, y con la incursión en los medios de comunicación más las producciones sobre las tablas.

Inmersa en su carrera profesional, la mujer estaba sola y dispuesta a enamorarse. Ocurrió cuando conoció al actor Diego Olivera y el flechazo fue inminente. Los tortolitos se conocieron, empezaron a salir y poco a poco iniciaron un romance que fue reconocido ante la vida pública. Luego de un tiempo prudencial, comenzaron a convivir y ensamblaron la familia junto al primogénito de Mónica. Además compartieron proyectos artísticos en la Argentina.

En estos contextos, los integrantes de la pareja comenzaron a recibir propuestas formales de trabajo en el exterior. El primero fue Diego que lo contrataron para llevar a cabo una serie de novelas en México por lo que debía radicarse por temporadas. Luego comenzó Mónica a protagonizar obras nacionales pero también supo probar suerte y así trabajó para Televisa.

La familia unida

Con tantos viajes, idas y venidas, la pareja de Mónica Ayos y Diego Olivera decidió pasar por el altar y así sellar su compromiso. A la vez agrandaron la familia con la llegada de Victoria, la más pequeña del clan de artistas.

Con las ofertas de trabajo afuera, la pareja se instaló en México para luego sortear los contratos laborales entre esa tierra pero también en Estados Unidos donde llevan a cabo sus profesiones en novelas para la televisión.

En la actualidad no solo los adultos se dedican a actuar sino también Federico y Victoria, que se consagraron como intérpretes e incipientes músicos. La familia es muy amena en las redes sociales y suelen mostrar sus talentos a través de videos que publican en sus cuentas. Además muestran el día a día y el detrás de escena del cotidiano.