Olivia Wilde, demandada por su niñera

Por diez años, la pareja conformada por Olivia Wilde y Jason Sudeikis estuvo sobrepasada de amor, y fundaron una familia con dos hijos que marchaba sobre ruedas. Sin embargo, luego del compromiso, decidieron que no daban para más y se tomaron un tiempo. Allí fue cuando la mujer viajó a filmar una película que la tendría delante y detrás de las cámaras.

Por ese entonces coincidió con el cantante Harry Styles y comenzaron un affaire clandestino que luego se transformó en un noviazgo de escasos meses. Simultáneamente el matrimonio terminaba su unión, dividía los bienes y ponía un régimen de visitas para los hijos en común.

Los primeros tiempos fueron en paz porque todo estaba claro, hasta que la niñera declaró que sus patrones peleaban por el tercero en discordia y mantuvieron más de una escena violenta. Es por ello que los actores decidieron llevarla ante la corte en un juicio que aún no se resuelve. En ese contexto, Olivia terminó su relación con su novio dedicado a la música. En la actualidad los problemas legales no terminan: los intérpretes recibieron otra demanda por parte de la cuidadora de sus hijos menores de edad.

En ella alega que la despidieron sin justificativo dejándola en la calle, y sumado a eso sufre de ansiedad extrema, ya que se vio obligada a elegir con quién se quedaba en los últimos meses en el hogar en común. La muchacha en cuestión es una estudiante universitaria llamada Ericka Genaro, que afirma que esta experiencia laboral fue humillante y debilitante. Asistió al inicio del noviazgo entre Olivia y el afamado Harry Styles mientras que Jason Sudeikis lloraba por los rincones, entraba en una depresión y hasta se tiró debajo del auto de su ex en alguna oportunidad. “Cuando la vi en pareja con Harry, no podía creerlo. Justo un mes antes cuando estábamos en Los Ángeles, ella le enviaba mensajes a Jason diciendo que lo amaba. Entonces, ¿cómo puede estar en esta relación y luego tomarse de la mano con otra persona un mes después? Fueron muchos mensajes contradictorios”, dijo.

Fue llevada a la Justicia entonces con un proceso que aún no cesa y en el que ambas partes muestran contradicciones. La trabajadora justificó el malestar de esta manera: “La repentina ausencia de Wilde de la casa tuvo una consecuencia adversa en su estado emocional, incluyendo a Sudeikis apoyándose en la presencia en busca de apoyo”. También dice que se sentía bajo presión porque tuvo que sostener emocionalmente a Sudeikis, quien no dormía debido al abandono de quien fuera su esposa y madre de dos hijos en común.

Ante todo este contexto, Ericka también expresó que su médico de cabecera -que también va a declarar en los próximos- le advirtió que atravesaba un diagnóstico por estrés y le recomendó un descanso extremo por tres días. Sin embargo, cuando la empleada le pidió permiso a su jefe, este le fue denegado.

Las asperezas llegaron para quedarse en lo que fue esta pareja: ahora se suma que no logran ponerse de acuerdo con el régimen de visitas entre sus hijo, que tienen seis y cuatro años respectivamente. Cada uno quiere la tenencia absoluta y eso no es posible por los acuerdos que han firmado en el ámbito de lo privado.

Vale mencionar que, en una primera instancia, los artistas habían comprado dos casas que quedaban a escasas cuadras para poder estar cerca, ocuparse de las actividades de los chicos y mantener un contacto cercano pero esto quedará en la nada a partir del juicio por la custodia que terminó con el manto de paz y hasta la buena relación que habían mantenido luego del abrupto hecho de la separación. Es más en los primeros meses del distanciamiento pudieron coincidir en unas vacaciones en común junto a sus hijos más sus amigos, dando cuenta de que existe el amor despues del amor.