Tríada, una novela basada en el robo de bebés

La nueva ficción de Netflix da vida a tres personajes que se encuentran por casualidad, sin saber que son trillizos.

La serie Tríada tiene su origen en México y está basada en la historia de los trillizos que fueron robados para luego encontrarse en la adultez. En este caso, el argumento fue adaptado para que el relato se centre en una mujer, que es interpretada por Maite Perroni, que a través de investigaciones y descubrimientos llega a conocer a sus dos hermanas. En este sentido, se trata de trillizas que fueron separadas al nacer y que la vida misma volverá a reencontrar. Vale mencionar que la artista hace un gran trabajo para poder llevar a cabo los tres roles de una forma excelsa. El elenco de esta serie estelar termina por completarse con David Chocarro, Flavio Medina y Ofelia Medina, mientras que la dirección estuvo a cargo de los realizadores Sebastián D’Angelo y Santiago Fernández Calvete. Asimismo, cada capítulo tiene una duración de cuarenta minutos aproximadamente. Sobre el argumento, la mujer es investigadora en un caso, por lo que va a una escena del crimen y se encuentra con una mujer muerta que es idéntica a ella. Con el crecimiento de los hechos y las pistas, va a saber que hay una persona más, también igual, y nadie sabe cómo están relacionadas. Así, se adentrará en un camino peligroso para llegar a la verdad de los hechos. En total se trata de una serie de ocho capítulos.

Los hechos reales

La serie Tríada está basada en una historia real que se centra en la familia conformada por los hermanos Edward Galland, David Kellman y Robert Shafran. Ellos tres fueron criados por separado, no conocían su origen y además crecieron en hogares con diferentes situaciones sociales o económicas. Cuando corrían los años ochenta, los chicos ya casi llegaban a la mayoría de edad y coincidieron en una reunión casual que terminó por dejar la verdad al descubierto. Por ese entonces ninguno de ellos, ni sus familias ni sus pares, sabían que los unía un lazo de sangre. Asimismo, al momento en que se descubrieron los hechos las familias adoptivas, que nada tenían en común entre sí, alegaron que eran idénticos, que tenían las mismas actitudes y modos de reaccionar. Luego crearon un lazo, vivieron muy unidos durante casi dos décadas, formaron sus familias y fundaron un negocio en común. Sin embargo, como no todo lo que brilla es oro, la oscuridad llegó para quedarse cuando uno de ellos tuvo problemas de insania y luego se quitó la vida. También se supo que los hermanos estuvieron en una agencia de adopción que trabajaba junto a una clínica, en la cual todos los pacientes pequeños serían separados para luego estudiar su desenvolvimiento.

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