Avanza a buen ritmo la recuperación del yaguareté en el Norte argentino
Al nacimiento de nuevas crías se le suma la llegada de un macho proveniente de Paraguay, donde buscan que se pueda reproducir exitosamente.
El yaguareté se encuentra experimentando desde hace ya un largo período un sano y alentador presente, dado que sus poblaciones comenzaron lentamente a crecer gracias al accionar, entre otros, de la Fundación Rewilding Argentina, que es la principal encargada de llevar adelante el proyecto de reintroducción de esta especie. El yaguareté, depredador tope de la región, es una especie esencial para mantener la salud y la integridad de los ecosistemas silvestres, además de tener el potencial de convertirse en un atractivo de primer orden para los turistas que visitan Argentina en busca de su fauna silvestre y paisajes naturales.
En las últimas jornadas se dio a conocer la noticia de nuevos nacimientos, siendo en esta ocasión en particular algo histórico, ya que fueron tres juntos, algo totalmente inédito para la especie. Hace casi dos años se pudo registrar a los primeros cachorros de yaguareté nacidos y concebidos en libertad en el Parque Iberá luego de 70 años de extinción en la zona. Desde entonces, la población reintroducida en este gran humedal no para de crecer. En palabras de la fundación: “El nacimiento de estos nuevos cachorros afianza el retorno del depredador tope de los montes y esteros correntinos, mientras que posiciona al Parque Nacional Iberá como uno de los parques nacionales argentinos con mayor cantidad de yaguaretés”.
Además de esta alentadora noticia, se sumó en las últimas horas la confirmación de la llegada de un nuevo macho, bautizado Caratai. Este animal era un cachorro huérfano del Chaco paraguayo que, tras la intervención del Ministerio de Ambiente de ese país, fue rescatado y cuidado durante poco más de dos años, llegando a Argentina ahora para sumarse al proyecto de recuperación del yaguareté en Iberá, Corrientes, y en El Impenetrable, en Chaco. El objetivo en este caso será que logre reproducirse exitosamente, de modo que su descendencia pueda vivir libre en los bosques, humedales y pastizales del Norte argentino, ayudando a una mayor variabilidad genética.