Ciencia

Científicos del Conicet hallan los primeros fósiles de un perezoso acuático

Un equipo de especialistas acaba de publicar su investigación sobre los restos de un ejemplar de Thalassocnus, descubierto en la provincia de Jujuy

Durante las últimas horas, un equipo de especialistas en paleontología del Conicet publicó recientemente los resultados de un novedoso descubrimiento ocurrido en la provincia de Jujuy. Se trata del hallazgo de los restos fósiles de un ejemplar de Thalassocnus: un perezoso marino que por primera vez fue encontrado en un ambiente continental. Si bien no hay precisiones respecto a la antigüedad de los fósiles, el equipo estima que corresponderían al periodo entre el Mioceno más tardío y el Plioceno, por lo que tendrían entre 3 y 5 millones de años.

“El hallazgo ocurrió en el año 2019, durante una campaña que realizamos en la zona de la Puna Oriental, en la provincia de Jujuy, en la Formación Tafna”, dice Sofía Quiñones, becaria postdoctoral del Conicet en el Cecoal y primera autora del trabajo. “Desde entonces se fueron haciendo diferentes actividades, como la limpieza de los fósiles, la búsqueda de información y la comparación con otros materiales, que un principio fue bastante dificultosa por las restricciones de la pandemia de Covid-19. Una vez que pudimos avanzar, los estudios del ejemplar nos permitieron determinar que correspondían a Thalassocnus, algo que inmediatamente supimos que era novedoso porque rompía con la idea de que ese género estaba únicamente asociado a ambientes acuáticos”.

Thalassocnus era un tipo de perezoso gigante que podía alcanzar casi dos metros de largo y pesar más de 120 kilos. Los restos hallados en Jujuy pertenecen a un miembro superior del animal e incluyen radio, ulna y parte de la mano izquierda articulada. Tal como señalan los autores del trabajo, publicado en Journal of Vertebrate Paleontology, es el primer registro de este género en Argentina. Aseguran que este descubrimiento, que tiene antecedentes en la costa del océano Pacífico de Perú y Chile, demuestra que la historia evolutiva y paleobiogeográfica de este enigmático animal es más compleja de lo que se había interpretado hasta ahora.

“Este ejemplar fue hallado muy lejos de la costa, por lo que esta nueva evidencia nos indica que este espécimen al igual que otros perezoso que se venían estudiando en Perú, estaban menos adaptados a ambientes marinos y que tenían la posibilidad de tener una dieta frugívora y omnívora”, agrega la paleontóloga.

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