¿Cómo ingresa el SARS- CoV-2 al organismo? Una investigación con impronta argentina
Con una comunidad científica enfocada en las vacunas contra el coronavirus, Argentina develó un mecanismo básico que ayudará en la aplicación de terapias para los pacientes con Covid-19.
Entender el ingreso del coronavirus a las células humanas puede ser clave para impedirlo. Bajo esta premisa, la investigadora del Conicet, Lucía Chemes, lideró un trabajo de colaboración internacional que recientemente fue tapa en la revista Science Signaling, perteneciente a la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS son sus siglas en inglés).
Chemes, que dirige el Laboratorio de Estructura, Función y Plasticidad de Proteínas en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad Nacional de San Martín, logró identificar cuáles son los mecanismos que utiliza el SARS-CoV-2 para ingresar a las células. Del trabajo fue parte el biólogo computacional Toby Gibson, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) de Alemania.
“Mi grupo y el de Gibson se enfocan desde hace tiempo en motivos lineales, es decir, elementos señalizadores que existen en las proteínas. Teníamos una experticia previa a la pandemia, tanto que trabajábamos en la constitución de una base de datos. Cuando el coronavirus se convirtió en un problema de escala global, vimos la manera de aplicar lo que sabíamos al nuevo virus; queríamos probar si nuestros conocimientos podían ayudar a entender mejor el mecanismo de su ingreso a las células”, explicó la especialista.
Los virus para ingresar a las células del cuerpo humano reconocen moléculas específicas que se denominan “receptores”. En el caso del coronavirus es fundamental el receptor “ACE2”: es la puerta de acceso al organismo. El equipo liderado por Chemes halló la presencia de elementos que están presentes en ACE2 y que operarían como correceptores, lo que aportó mayor precisión al proceso de señalización e ingreso del patógeno a las células.
“Cuando entendés las proteínas que interactúan en ese proceso, luego es posible identificar blancos terapéuticos. En concreto: si sabemos las proteínas que participan, podemos recurrir a drogas ya existentes y capaces de inhibirlas. Con eso, podría impedirse la replicación del patógeno en el cuerpo”, detalló.
Uno de los aspectos claves del trabajo es que dieron características del receptor ACE2 que no se conocían. “Encontramos algunos tipos de motivos que son activados por enzimas como la tirosina quinasa y que están involucrados en el proceso de señalización. Son enzimas que, de forma frecuente, se activan en el cáncer humano. Entonces pensamos: si ya existen fármacos para inactivarlas, es posible contemplar la utilización de alguna droga que las inhiba para combatir la Covid”, resumió Chemes.
El reposicionamiento de drogas es la utilización de fármacos que tradicionalmente se emplean o empleaban para tratar otras enfermedades y por sus características podrían servir para combatir el coronavirus. Esto tiene la ventaja de que como los fármacos ya están en el mercado podrían acortarse las fases de investigación. Por lo tanto, luego de los ensayos clínicos para comprobar su eficacia, podrían llegar con mayor rapidez a las personas.