CIENCIA

Desarrollan cámaras que pueden captar más colores que el ojo humano

Se trata de una nueva tecnología que permitirá alcanzar colores más allá de los que pueden captar los dispositivos actuales. También podrían detectarse células cancerígenas.

En las vacaciones o eventos familiares de los próximos años, además de guardar momentos memorables, las cámaras de fotos también podrán capturar imágenes del hidrógeno, el carbono y el sodio, ya que científicos de la Universidad de Tel Aviv trabajan sobre una tecnología que permitirá alcanzar colores más allá de los que pueden captar los dispositivos actuales e, incluso, el ojo humano.

Es que los gases y sustancias poseen un color único en el espectro infrarrojo, del mismo modo que otros compuestos biológicos que se encuentran en la naturaleza, pero que pasan desapercibidos a simple vista o con las cámaras actuales.
“El ojo humano capta fotones en longitudes de onda entre 400 y 700 nanómetros, entre las longitudes de onda del azul y el rojo.

Pero por debajo de 400 nanómetros hay radiación ultravioleta, y por encima de 700 nanómetros hay radiación infrarroja, que a su vez se divide en infrarrojo cercano, medio y lejano. En cada una de estas partes del espectro electromagnético, hay una gran cantidad de información sobre los materiales codificados como colores que hasta ahora ha sido ocultada a la vista”, explicó uno de los participantes de la investigación, el Dr. Michael Mrejen.

La importancia de la investigación y el futuro desarrollo de estas cámaras “que todo lo ven” es que también podría aplicarse en materia de salud, ya que hay “materiales” que pueden ser identificados a través de un color en el infrarrojo. De esa forma, podrían detectarse células cancerígenas en las que se concentran ciertos tipos de esos “materiales”.

“Nosotros los humanos podemos ver entre el rojo y el azul. Si pudiéramos ver en el reino infrarrojo, veríamos que elementos como el hidrógeno, el carbono y el sodio tienen un color único”, manifestó el profesor Haim Suchowski, del Departamento de Física de la Materia Condensada, otro de los miembros del equipo.

En ese mismo orden, para el científico, la aplicación de una tecnología como esta en las cámaras permitiría alcanzar ciertos conocimientos que hoy son complejos, costosos y hasta casi imposibles.

“Un satélite de vigilancia ambiental podría ver un contaminante emitido por una planta, o un satélite espía vería dónde se esconden explosivos o uranio. Además, como cada objeto emite calor en el infrarrojo, toda esta información podría ser vista incluso de noche”, ejemplificó Suchowski.

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