Descubren dos agujeros negros supermasivos que se alimentan juntos

El estudio, afirman los investigadores, es relevante para entender la futura fusión que parece que ocurrirá entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda, que ya se encuentra en su etapa inicial.

n equipo de astrónomos, con la ayuda del observatorio internacional ALMA en Atacama (Chile), descubrió una extraña pareja galáctica.

Se trata de dos agujeros negros supermasivos que crecen simultáneamente a 500 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Cáncer, como resultado de un gigantesco choque de galaxias. Ambos están a solo 750 años luz de distancia uno del otro, creciendo frenéticamente, mientras sus galaxias anfitrionas se fusionan.

“Las simulaciones sugerían que la mayor parte de la población de agujeros negros binarios en galaxias cercanas serían inactivos, porque son más comunes, y no dos agujeros negros en crecimiento como los que hemos encontrado”, dijo en un comunicado Michael Koss, autor principal del estudio.

Y continuó: “ALMA es único en el sentido de que puede ver a través de grandes columnas de gas y polvo y conseguir una muy alta resolución espacial para ver cosas muy juntas. Nuestro estudio ha identificado uno de los pares de agujeros negros más cercanos en una fusión de galaxias, y dado que conocemos que las fusiones de galaxias son más comunes en el universo lejano, estos binarios de agujeros negros pueden ser más comunes de lo que habíamos pensado”.

Los resultados de la investigación fueron publicados en las ­últimas horas en la revista The Astrophysical Journal Letters y ­permitirán entender mejor lo que ocurrirá cuando la Vía Láctea colisione con la vecina galaxia de Andrómeda. Para ello aún falta demasiado, ya que está previsto que ocurra dentro de 4.500 millones de años.

A su vez, Ezequiel Treister, astrónomo de la Universidad Católica y coautor del estudio, remarcó que el hallazgo tendría implicancias también para la detección de ondas gravitacionales.

“Puede haber muchas parejas de agujeros negros supermasivos en pleno crecimiento en los centros de las galaxias que aún no hemos logrado identificar. De ser así, en un futuro cercano observaremos frecuentes ondas gravitacionales generadas por las fusiones de estos objetos en todo el universo, gracias a futuros observatorios espaciales como LISA”, señaló el profesional.

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