CULTURA

Descubren en México una antigua ciudad maya

Fue hallada durante la construcción de un parque industrial. Se estima que estuvo habitada entre los años 600 y 900 d.C. y que habría contado con una población de unas 4.000 personas.

Un grupo de arqueólogos descubrió las ruinas de una antigua ciudad maya repleta de palacios, pirámides y plazas en una zona de construcción de lo que será un parque industrial en el sureste de México.

El sitio arqueológico, conocido como Xiol, tiene características del estilo arquitectónico maya denominado Puuc. “Creemos que aquí vivían más de 4.000 personas”, sostuvo Carlos Peraza, uno de los investigadores que dirigió la excavación de la ciudad. Se estima que Xiol estuvo habitada entre los años 600 y 900 d.C.

Los restos encontrados incluyen una construcción de tipo palacio y dos plazas, una de ellas con una pirámide de dos cuerpos escalonados. Los investigadores también localizaron enterramientos cercanos de adultos y niños que fueron sepultados con utensilios de obsidiana y sílex, ofrendas y otras pertenencias.

“Había gente de diferentes clases sociales; sacerdotes, escribanos, que vivían en estos grandes palacios, y también había gente común que vivía en pequeños edificios”, precisó Peraza.

Cabe remarcar que el hallazgo de la antigua ciudad maya se encuentra en una propiedad privada donde se construye un parque industrial. Sin embargo, sus propietarios se comprometen a conservar el sitio arqueológico, facilitando el ingreso para el público.

En la zona también se descubrieron restos de vida marina, lo que sugiere que los habitantes de la ciudad completaban sus dietas, basadas en la agricultura, con la pesca practicada en la costa cercana.

“Con el tiempo, la expansión urbana ha crecido y muchos de los restos arqueológicos han sido destruidos. Pero incluso nosotros como arqueólogos estamos sorprendidos, porque no esperábamos encontrar un sitio tan bien conservado”, completó.

El arqueólogo de campo, Wilberth Cruz, marcó que “por el lado sur de la ciudad que se distribuye en unas 21 hectáreas, hay una estructura con rampa orientada hacia el norte-sur y a un lado se encuentra adosado un pequeño cimiento en donde hay un altar que servía para las actividades rituales”.

A su vez, uno de los propietarios del terreno, Mauricio Montalvo, destacó la importancia del descubrimiento:“Primero vimos una enorme piedra y a medida que se hacían las excavaciones iban surgiendo enormes edificios.

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