CIENCIA

Descubren una especie de tortuga gigante que se creía extinta

Este quelonio, radicado en las islas Galápagos, se creía extinto desde hace un siglo. Por la extraña forma de su caparazón se la apodó “tortuga fantástica”.

Sin lugar a dudas las islas Galápagos constituyen uno de los ecosistemas más nutridos en lo que a cantidad y diversidad de especies se refiere. Allí se pueden encontrar 45 especies de aves endémicas, 15 de mamíferos, 79 de peces y 42 de reptiles. Dentro de este ambiente se encuentra una tortuga gigante llamada Fernanda, y los investigadores, luego de realizar una serie de importantes estudios, lograron establecer que no tiene relación alguna con ninguna de las 13 especies que habitan las islas.

Gracias a la secuenciación de los genomas y las comparaciones realizadas, se llegó a la conclusión de que pertenece a la familia de una tortuga gigante que habitó el mismo lugar a principios de 1900. Así, Fernanda se transformó en el segundo individuo de todo el mundo de estas “tortugas fantásticas”, especie que se consideraba extinta desde hace un siglo.

Por la extraña forma de su caparazón, ensanchado hasta el extremo a lo largo del borde exterior y con un dorso conspicuo en la parte dentada, el explorador que descubrió al primer macho decidió apodarla “fantástica”. Este macho, que fue el primero de esta especie, se encontró en la Isla Fernandina, en las islas Galápagos. En su momento, el descubrimiento de este animal causó un revuelo que duró por muchos años, dado que no se le encontraba relación con ninguna de las tortugas gigantes. Tal es así, que se llegó a pensar que el animal había sido trasladado a la isla. Hoy en día, los restos fósiles permanecen en la Universidad de Princeton y fueron fundamentales para dar con el origen de Fernanda.

Los investigadores explicaron que Fernanda también fue descubierta en la Isla Fernandina, más precisamente en un oasis de vegetación que permanece intacto entre los ríos de lava. Debido a la gran actividad del volcán que se encuentra en el lugar, desde hace años se volvió imposible continuar el paso hacia el interior de la isla; por lo cual por lo pronto no se puede confirmar si se encuentran más animales o no, aunque en la década del 2000 se encontraron restos de excrementos.

“Al igual que muchos otros, mi sospecha inicial fue que Fernanda realmente no era nativa de la isla”, destacó uno de los expertos a cargo. De hecho al principio había muchas dudas, dado que el caparazón de Fernanda era menor al de su predecesor; pero luego se detalló que eso posiblemente sucedió por la falta de alimento.

“El descubrimiento demuestra que estas especies raras pueden sobrevivir en lugares aislados durante mucho tiempo. Esta información es importante para la conservación, alienta a los biólogos a buscar con más ahínco los últimos individuos para salvarlos de la extinción”, agregaron los investigadores.

Dado que no se puede confirmar si realmente existen más individuos de esta especie, la posibilidad de evitar su extinción es incierta todavía; pero los investigadores remarcaron la importancia de seguir estudiando a Fernanda para dar con mayor información sobre el tema.

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