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Descubren una supernova que estalló hace más de 20 millones de años

Su observación puede ayudar a entender cómo las estrellas masivas “moribundas” dan lugar a objetos extraños, como las estrellas de neutrones y los agujeros negros.

Un astrónomo japonés aficionado descubrió una supernova que se produce una vez cada diez años. Esta explosión estelar es un fenómeno que maravilla al mundo científico y a cualquier amante de la Astronomía que, además de sorprender visualmente a sus espectadores, su observación puede ayudar a entender cómo las estrellas masivas moribundas dan lugar a objetos extraños como las estrellas de neutrones y los agujeros negros.

Koichi Itagaki es reconocido por su afición a observar las estrellas. En su rutina habitual, percibió algo distinto en una galaxia espiral llamada M101: un nuevo halo de luz llamó su atención y pronto supo que se trataba de una supernova que se ubica a 21 millones de años luz de la Tierra. Itagaki la bautizó formalmente como SN 2023ixf.

Al conocerse el hallazgo, la NASA confirmó que esta es la explosión más cercana a la tierra ocurrida en los últimos cinco años y la segunda en los últimos diez años. Esta hazaña puede parecer excepcional, pero no es la primera vez que Itagaki descubre una supernova. El japonés ya encontró 172 desde que empezó a practicar la observación de los cielos en el año 2000.

Por las características de esta supernova (cercanía y detección temprana), el mundo científico se apresuró a observarla y recolectar datos para iniciar nuevas investigaciones. Yvette Cendes, astrónoma del Centro de Astrofísica de Harvard y del Smithsonian ayudó a organizar distintos estudios de la supernova con radio observatorios y afirmó: “La recogida de datos ahora mismo es lo importante”.

Esta es una supernova de tipo II, que se produce cuando una estrella masiva se queda sin combustible. Para dimensionar tamaños, estas estrellas son al menos ocho veces mayor al tamaño de nuestro Sol.

Esta estrella no puede soportar la fuerza de su propia gravedad, por eso, colapsa y se convierte en un remanente extremadamente denso. Luego, se transforma en un agujero negro o una estrella de neutrones, que lanza escombros y radiación al espacio.

La importancia de estudiar las Supernovas, la explica Shrinivas Kulkarni, astrónomo del Instituto de Tecnología de California e investigador principal de la Zwicky Transient Facility de California, el cual indica que: “Entender la muerte de estas estrellas masivas ha consumido a los astrónomos 50 o 60 años, porque es la puerta de entrada a la creación de estrellas de neutrones y agujeros negros”.

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