cultura

El gran vagabundo de la literatura argentina

Bernardo Kordon fue y vino por el mundo, dejando testimonio de sus andanzas en una treintena de libros.

Murió en Chile. Bernardo Kordon, quien había conocido buena parte del mundo, eligió ese lugar para vivir sus últimos años, porque de allí era Marina López, su mujer. Era amigo de Pablo Neruda, quien escribió en la contratapa de Vagabundo en Tombuctú -libro que Kordon publicó en 1956-: “Si algo verdadero, existente, lento y ácido, brusco y abismador se ha escrito sobre las soledades americanas, sobre nuestro hombre, vecino solitario, atormentado junto a la cordillera cruel, es este libro andariego y victorioso”.

Sus andares por el mundo y su gran capacidad de observación le permitían escribir con la misma soltura sobre la marginalidad en Buenos Aires -como en Alias Gardelito- o sobre el bandolerimo en el sertao brasileño como en Lampeao. En el libro Seiscientos millones y uno, reconstruyó sus experiencias en China, que incluyen un largo encuentro con Mao Tse Tung.

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