El recorrido social y político de Mafalda por el mundo

Mafalda, historia social y política, de Isabella Cosse, traza el recorrido que la tira de Quino ha hecho desde sus primeros bocetos en 1962 y la publicación, dos años después, en el semanario Primera Plana. Cuenta el éxito sin precedentes que tuvo desde el comienzo, que llevó al editor Jorge Álvarez a publicarla en libro, en 1966, agotando la edición completa en un solo día y alcanzando los 25.000 ejemplares vendidos en el primer mes. Una creciente popularidad que alcanzó un sentido político cuando, durante la dictadura de Onganía, se convirtió en símbolo antiautoritario.

Pero el fenómeno Mafalda no fue solo de alcance local, sino que trascendió las fronteras. En 1969, una compilación, prologada por Umberto Eco, causó una mafaldamanía en Italia. El autor de El nombre de la rosa, que consideraba que el cómic, cuando alcanza niveles de calidad, es un testimonio del momento social, dijo en su prólogo: “En Mafalda se reflejan las tendencias de una juventud inquieta, que asume el paradójico aspecto de un disenso infantil”, y aconsejaba: “Puesto que nuestros hijos se preparan para ser –por elección nuestra– una multitud de Mafaldas, no será imprudente tratar a Mafalda con el respeto que merece un personaje real”.

El libro de Isabella Cosse sigue las ondas expansivas que la historieta ha generado en el mundo, llegando a traducciones en veinte idiomas, o agotando ediciones en públicos tan disímiles como China, Corea e Indonesia. Al acompañar la evolución de Mafalda, recorre en simultáneo décadas enteras de nuestra historia reciente, partiendo del presupuesto “de que su significación social y política la convierten en una original puerta de entrada a la comprensión de esas conmociones políticas, sociales y culturales de ese medio siglo”, que en más de una ocasión pusieron en medio del fuego cruzado de la violencia política a esa niña que nunca se cansó de enrostrarnos sus perplejidades.