El Windfoil, el deporte veraniego que es furor en los lagos de Córdoba

Las tablas para practicar la disciplina se elevan entre 50 centímetros y un metro por sobre el nivel del agua, alcanzando velocidades de 70 u 80 kilómetros por hora.

“Se navega al principio y después se vuela. Cuando tomamos la suficiente velocidad de navegación, empieza a tomar vuelo. Tenemos una alas debajo de la tabla, similares al del avión, que nos permite volar o flotar sobre el agua. El ala delantera genera la sustentación y muy buena velocidad porque el roce es mínimo”, cuenta Mariano Reutemann, uno de los deportistas argentinos que se ha subido a la ola de esta nueva actividad.

Con el viento adecuado, las tablas de Foil Windsurf pueden alcanzar sorprendentes velocidades de 70 u 80 kilómetros por hora. Impulsadas por una vela, se elevan entre 50 centímetros y un metro por sobre el nivel del agua.

De eso se trata el Foil Windsurf o Windfoil, una nueva disciplina deportiva (evolución del windsurf y de todo lo que tiene que ver con el deporte a vela) que cada vez gana más adeptos.

Sin embargo, hay un inconveniente para el crecimiento de la disciplina en el país, asociado al costo del equipamiento necesario para practicar la actividad: Un equipo completo para comenzar puede rondar los 5.000 dólares. 

La dureza y el poco peso del carbono, el material utilizado para diseñar los equipos, es lo que permite desarrollar buenas performances a la hora de volar, pero es costoso.   

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