Escudo natural: los árboles como protectores ante las olas de calor

Desde hace una década, las temperaturas son mucho más altas que el promedio, por eso es importante cuidar y plantar las diversas especies, ya que ayudan a mitigar el impacto del calentamiento global.

Según el último informe del Servicio Meteorológico Na­cional, el año 2020 fue el segundo más cálido en la Argentina, ya que marcó +0,63°C y se ubicó detrás de las temperaturas alcanzadas en 2017. A la vez, por la falta de lluvias, fue el año más seco desde 1995.

En ese plano, el rol que juegan los árboles en las ciudades es vital, ya que, además de ser generadores de oxígeno, actúan como protectores naturales ante las altas temperaturas que golpean cada vez más fuerte.

Los árboles pueden llegar a mitigar el impacto de las olas de calor entre un 20 y un 40%, según la especie que se haya plantado, y ayudan a poder llevar adelante la vida en medio del asfalto y el hormigón en los centros urbanos.

En otro plano, las diversas especies pueden llegar a reducir unos 10 grados la temperatura mediante el proceso de la “evapotranspiración”, a través de la que captan dióxido de carbono y emiten vapor de agua. Además, proporcionan zonas de sombra y ayudan a limpiar el aire de las ciudades.

En ese sentido, la protección de los ejemplares que hay en la ciudad de La Plata es vital para poder ­conservar los “pulmones” urbanos y tratar de mitigar las altas temperaturas que aquejan durante cada verano.

Por eso, también es importante avanzar en la reforestación, te­niendo en cuenta cuáles son las mejores especies para ubicar en cada región y poder dar un uso óp­timo de esos ejemplares. Acacia, arce, ombú, cedro, plátano, olmo, palo borracho, lapacho, pino, roble, tilo y jacarandá son solo algunas de las tantas especies que le dan un toque característico a la ciudad.

Desde hace un tiempo, las organizaciones especializadas en el cuidado ambiental enfatizan en la necesidad de contar con un censo de árboles local para poder planificar a futuro, ya que funcionan como purificadores del aire en su papel de productores de oxígeno, y también como atenuantes del impacto de los vientos y las tormentas.

“Los árboles permiten mejorar la situación de la salud humana como también la climática integral, ya que efectúan una especie de regulación del calor que se va formando a partir del calentamiento global. El árbol es vida, sin ellos la vida en la ciudad sería mucho más difícil”, dijo a diario Hoy Marcelo Garófalo, desde la ONG Nuevo Ambiente.

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