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Huellas de mojarras desvelan una migración de peces hace 130 millones de años

Rastros en la costa onubense de Lepe, España, permitieron identificar el más antiguo movimiento masivo de fauna marina a más de 2.000 metros de profundidad en el antiguo océano Tetis.

Investigadores de la Universidad de Génova, Italia, han encontrado huellas fosilizadas de peces en las llanuras abisales del océano que datan de las edades de los pisos geológicos Barremiense y Hauteriviense. Esto sugiere que los peces habitaron las profundidades del océano mucho antes de lo que se creía anteriormente, contradiciendo la idea de que la migración a las zonas abisales fue una respuesta a la disminución del oxígeno en el océano.

La investigación, que se basó en la icnología (el estudio de las huellas o señales de actividad dejadas por organismos vivos en sedimentos o rocas), comparó las huellas fósiles encontradas en Italia con las dejadas por especies modernas durante su proceso de alimentación en aguas profundas. Al respecto, se identificaron tres posibles especies de peces que habrían participado en esta migración extrema: un neoteleósteo desdentado, una especie similar a las quimeras actuales con dientes imponentes y otra especie con una gran aleta caudal.

Asimismo, las huellas fosilizadas revelan diferentes patrones de alimentación, incluyendo surcos que requieren la presencia de dientes para raspar el sedimento, depresiones circulares que implican la ausencia de dientes y surcos sinuosos que sugieren el contacto de una aleta caudal larga con el fondo marino. En este contexto, develan que el motivo detrás de esta migración temprana hacia las profundidades abisales se atribuye a un aumento dramático en la productividad oceánica durante el Cretácico temprano. Los científicos describen esta época como una “fiesta” para los animales que se alimentan de sedimentos y para los peces que se alimentan de estas criaturas. La misma, se habría llevado a cabo a una profundidad de 2.000 a 3.000 metros en la llanura abisal del océano.

Cabe mencionar que, hasta ahora, los restos fosilizados de peces más antiguos en zonas abisales se remontaban a unos 50 millones de años, ya que seguir sus huellas en las profundidades es extremadamente complejo debido al bajo potencial de fosilización del entorno y la pérdida de toda evidencia en la subducción del fondo oceánico.

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