La historia de Stéfano, el chico de Tolosa que tiene 5 años y sueña con llegar a la Fórmula 1

Con apenas un año y medio, ya sabía más de 50 marcas de vehículos. Fanático de los autos, en los próximos días comenzará a competir en karting. “Se trata de una pasión que nació con él”, le contó a diario Hoy Adrián, su papá.

Una pasión y un sueño. Stéfano Marconi Sgori, con tan solo un año de edad ya se interesaba por las revistas de autos que había en su casa. Sorprendido, como si tratara de un juego más, le preguntaba a Paola, su mamá, cuáles eran los vehículos que se encontraban ahí. Así arrancó un fanatismo que con el paso de los meses fue creciendo y se fue acelerando.

“Al año te hablaba claro. Teníamos revistas de autos, empezó a preguntar y pedía que se las leamos. Al año y medio ya sabía más de 50 marcas. Se trata de una pasión que nació con él”, le cuenta a diario Hoy Adrián, el papá de este niño que ahora tiene 5 años y en los próximos días debutará en una escuela de karting.

“Su sueño es ser piloto de Fórmula 1 y sueña conocer un auto de F1 de verdad”, expresa su padre, quien trabaja como carpintero en Tolosa, barrio donde vive junto a Stéfano, su esposa, Paola Sgori y un nuevo hermanito que viene en camino. Además, el joven apasionado por los autos tiene tres hermanas, de un matrimonio anterior de Adrián: Isis, de 23, Kiara, de 20 y Ailín de 18 años. “Ellas tienen locura con su hermanito”, afirma orgulloso.

“Sabe la historia de todos los autos. Él te cuenta de cada uno, se leyó todo. Stéfano dibuja autos y te describe el auto, el motor, el caño de escape, las tomas de aire, los detalles”, explica Adrián.

El niño de cinco años concurre a la última salita del jardín en el colegio Santa Lucía, ubicado en 5 entre 522 y 523. “Lee y escribe desde los tres años. Al año ya sabía contar y hacer cálculos matemáticos. Maneja desde los tres y ahora empieza a competir en karting. Un piloto le regaló uno profesional. Todo es una locura lo que vivimos con el enano”, sostiene emocionado el padre.

“El karting que tiene se lo regaló un piloto profesional porque nosotros jamás hubiésemos llegado a eso. Son cosas tan caras que no están a nuestro alcance. Yo estoy construyendo mi casa y vivimos de mi carpintería”, remarca.

En su cuenta de Instagram, @Stefanocars2016, se pueden ver decenas de imágenes del niño disfrutando junto a diferentes coches. También se aprecian algunos saludos de diferentes referentes del automovilismo.

“Siempre apoyo a mis hijos para que sigan sus sueños. Quiero que tengan a papá presente siempre, apoyándolos en sus sueños. Mi hija más grande llegó a ser modelo que era lo que quería; la de 20 años estudia diseño y comunicación audiovisual; y la de 18 está terminando la secundaria. Les enseñé valores, que es lo que no hay prácticamente. No quiero que mi hijo sea famoso, quiero que tenga una buena educación, sabiduría, y que llegue a su sueño porque se lo merece”, concluye Adrián.

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