La mujer que conquistó los Estados Unidos en seis minutos

Carmen Miranda fue una cantante bahiana que en poco tiempo se convirtió en estrella internacional. Una diva que vendía cientos de miles de discos en Brasil hasta que su nombre se convirtió en Estados Unidos en una suerte de mina de oro. Los compositores brasileños más célebres se peleaban para que ella estrenara sus temas. Un día, cansada de ser petisa, fue hasta la zapatería de su barrio y pidió que inventaran una manera de elevar mucho la altura de sus sandalias: así nacieron los zuecos con suela de corcho.

En 1939 el empresario norteamericano Lee Shubert vio un recital de Carmen Miranda, en el casino de Urca, y la contrató para actuar en Nueva York. Iba a formar parte de un show cuyo número central era el dúo Abbott y Costello. En la primera noche, cuando subió a cantar los tres temas que le habían asignado -un total de seis minutos-, el público entró en delirio, y le hizo volver a cantar nuevamente los tres temas. El más grande crítico de la época, Walter Winchell, la coronó reina del samba y la bautizó: The Brazilian Bombshell, la bomba brasileña. Llegó a ganar por año más dinero que el presidente de la Ford. Fue dueña de dos mansiones de un lujo extremo y tres pozos de petróleo.