Copa América
La Plata gritó Argentina Campeón
Las calles de la ciudad se tiñeron de Celeste y Blanco.
Fotos: Luján Mosler
Todos juntos fuimos por un sueño que se hizo realidad. Hubo banderas celestes y blancas, bocinazos y festejos que se extendieron durante gran parte de la madrugada de ayer. Después de la finalización del partido, en el que Argentina volvió a gritar “campeón” después de 28 años, miles de familias platenses y grupos de amigos decidieron salir a festejar a las calles céntricas de la ciudad. En medio de tanto dolor por la pandemia, se vivió después de muchos meses una jornada de alegría y felicidad.
“Fue una locura. Apenas terminó hubo fuegos artificiales y de a poco las bocinas de los autos. No se sentían tantos bocinazos y gritos desde hacía tiempo. Creo que la última vez fue cuando pasamos a la final también allá en Brasil. Eran las 2 de la mañana y no me podía dormir de los festejos que había”, le dijo a diario Hoy una mujer que vive en un edificio cercano a Plaza Italia.
Las principales concentraciones para celebrar la nueva copa fueron en 7 y 50 y en Plaza Moreno. En la zona de 54, tanto en la esquina de 6 como de 7, los agentes de tránsito desviaban a los vehículos que llegaban tocando bocina. En motos, bicicletas y caminando, en el solo transcurso de minutos los emblemáticos lugares elegidos por los platenses para celebraciones futbolísticas se colmaron de gente.
“Destacaría eso que pasó en la calle de ver a alguien, gritar y ver que esa persona te sonríe, es volver a encontrarse después de tanto tiempo. Más allá de que había gente reunida, familias o alguien solo, es una alegría poder estar más cerca del otro y poder festejar”, dijo Manuel, un hombre de 40 años, quien se quedó a celebrar frente a la Municipalidad de La Plata acompañado por su pareja hasta pasadas las 2 de la madrugada.
En las primeras horas de los festejos también había niños y gente mayor, pero pasada la 1 de la madrugada quienes se quedaron fueron en su mayoría grupos de amigos jóvenes. Al no estar habilitados a esas horas los bares y boliches, muchos decidieron quedarse bebiendo y celebrando en las plazas de la ciudad.
Festejo doble
Antes de la previa del partido, un grupo de amigos de entre 30 y 35 años que se juntó a mirar la final recibió una noticia que se convirtió en otro gran desahogo. A la mayoría de los jóvenes le había llegado la notificación para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus.
“Fue impresionante, decidí fijarme en la aplicación si me había llegado el turno y no lo podía creer. Lo grité como un gol y mis amigos entraron para ver si a ellos también y a casi todos le había llegado, no lo podíamos creer. Campeones de América y encima el turno para vacunarse. Una felicidad interminable”, describió Juan, uno de los chicos que vive en Los Hornos y que después se acercó hasta la tradicional esquina de 7 y 50 para conmemorar la consagración del equipo nacional.
Durante el domingo soleado y teñido de celeste blanco se pudo observar a gran cantidad de gente recorriendo las zonas verdes de la región con camisetas de la Selección Argentina. También se vieron autos y balcones con la bandera de un país que volvió a sentir una caricia en el alma, en medio del dolor por las pérdidas de seres queridos. No bajar las brazos es el camino para poder seguir adelante y volver a abrazarnos con más fuerza y felicidad.