Las luces de la noche perjudican la salud humana
De a poco, la comunidad científica de todo el mundo está abordando esta problemática. El brillo nocturno no para de aumentar.
La revista científica Science publicó esta semana una edición especial dedicada a la contaminación lumínica. Con media docena de investigaciones, repasa lo que se sabe hasta ahora del impacto de la luz artificial en las noches. Aunque todavía no hay demasiadas certezas, ya hay algunas conclusiones preocupantes.
Desde hace al menos una década, la cantidad de luz artificial que alumbra las noches ha ido creciendo un 10% por año. Esto hace que los telescopios de los astrónomos ya no puedan ver las estrellas como antes, pero también que las luciérnagas macho no encuentren a las hembras en zonas urbanas o que los peces se acerquen a la playa de noche creyendo que es de día.
El impacto en las personas
Para responder esta pregunta, todavía faltan muchas respuestas, pero las que ya están disponibles refieren, principalmente, a trastornos en el sueño. Un experimento realizado con 100 personas expuestas a la luz artificial, que data de diciembre de 2022, mostró cómo es la relación entre el exceso de iluminación y dormir mal. Según se pudo comprobar, la hormona que interviene en el reloj biológico, llamada melatonina, se inhibe con la recepción de la luz a través de los ojos dificultando el sueño nocturno.
En esa población, sobreexpuesta a la luz nocturna, se registró una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares e incluso casos de cáncer. Sin embargo, todavía es prematuro sentenciar que solo se debe a la contaminación lumínica de las ciudades.
Otro de los impactos de este fenómeno más sorprendente tiene que ver con el microbioma. En particular con la microbiota intestinal (el conjunto de microorganismos que intervienen en la digestión de los alimentos). Según un estudio hecho en la Universidad Nacional de Taiwán con ratas, la exposición a luz artificial por la noche cambia la microbiota intestinal y esto podría redundar en problemas como hipertensión u obesidad.
En este contexto, el profesor del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de Potsdam (Alemania), Cristopher Kyba, advirtió que hay “muchas pruebas de que las personas que viven en áreas con iluminación más brillante tienden a tener peores resultados de salud”.