Los vecinos de Tolosa conviven con ramas tiradas y agua estancada

Los frentistas del barrio están cansados de la falta de mantenimiento municipal. En calle 4 y 521 los autos hacen zigzag para esquivar una montaña de ramas olvidada sobre la vereda. Además, el agua brota a borbotones del piso.

La tercera semana de agosto arrancó con un serio problema de salubridad, higiene y mantenimiento en una zona de Tolosa, que está en el límite de Ringuelet. Concretamente, en calle cuatro, a metros de la 520, tres familias de la cuadra se vieron afectadas por la falta de recolección de una montaña de ramas que se fueron apilando luego de una poda que se hizo en el lugar, con varios meses de demora.

Cabe recordar que en La Plata, se considera temporada de “poda” a los meses del otoño, cuando los árboles empiezan a perder sus hojas, quedan pelados antes del invierno, y empiezan a acomodarse para volver a florecer durante la primavera. En esta zona, en cambio, se juntaron dos problemas para los vecinos: las ramas acumuladas que se desparramaron sobre un enorme charco que ganó la vía pública como consecuencia de una pérdida de agua por los caños rebalsados en la cuadra.

Como consecuencia de todo esto, los vehículos que transitan calle 4 para cruzar desde Tolosa a Ringuelet o viceversa, tiene que hacer extrañas maniobras para no terminar chocando con las ramas.

La escena ganó protagonismo en el comienzo de la semana y es una de las tantas que reflejan el verdadero estado del sistema de cloacas en algunos barrios de La Plata.

A pocas cuadras de este lugar, en 3 y 516, los vecinos también habían denunciado desbordes por los caños que se reventaron en esa zona de Ringuelet, y cada vez que llueve tienen que acercarse entre dos o tres personas para levantar las tapas y así evitar que los desechos cloacales terminen en el interior de las casas, principalmente por las piletas de los baños o los inodoros.

También en la zona del barrio La Loma, una familia denunció que en 34 y 22 una casa se vio totalmente afectada por los desbordes cloacales en su interior, y que luego de seis insistentes llamados la empresa ABSA no respondió a los pedidos. En esta zona de la ciudad, inclusive, los vecinos se mostraron preocupados por una familia que está a punto de ampliarse, ya que hay una mujer embarazada que podría dar a luz de un momento a otro, y cuyo domicilio se vio seriamente afectado por los desbordes cloacales que tiene la casa por la saturación de los caños en la cuadra.

En su momento, cuando fue consultado oportunamente por este multimedio, el intendente de la ciudad aseguró tener el teléfono personal del presidente de ABSA y también el del responsable de la empresa que suministra del servicio eléctrico en La Plata para reclamar la intervención de las empresas cuando los vecinos lo necesitaran. Por lo pronto, durante el fin de semana largo solo se incrementaron los reclamos.

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