Mascotas en cuarentena: cómo reducir el impacto de la vuelta a la normalidad
El cambio de rutina de los animales, el hiperapego y la separación repentina podrían tener consecuencias inesperadas. Especialistas advierten sobre la necesidad de adaptarlos a la vida prepandemia.
El confinamiento dispuesto con la llegada del coronavirus al país no solo afectó la vida de los seres humanos, sino también de las mascotas. Si bien en un principio parecía que el vínculo constante con los animales podía ser algo más que positivo, distintos especialistas advierten que podría traer consecuencias ante una posible vuelta a la normalidad.
En diálogo con diario Hoy, Marina Snitcofsky, veterinaria con diploma de Honor y especialista en etología, explicó: “Algunos perros dejaron de salir a pasear (o salen menos), así como a algunos gatos que se les permitía el acceso a exteriores también se les ha quitado esta posibilidad. Esto disminuye no sólo su posibilidad de ejercicio físico, sino también su actividad exploratoria y social, pudiendo redundar en problemas relacionados con un incremento del estrés y un embotamiento de los sentidos”.
La “hiperconvivencia” registrada en muchos casos ante la implementación del aislamiento social puede traer aparejado un aumento exagerado del apego, especialmente en perros. Esto podría generar problemas de ansiedad, destructividad y vocalizaciones, entre otras cosas. Por el contrario, en muchos gatos, la presencia constante de las personas dentro de la casa, así como los cambios en los horarios y en la distribución de los espacios “puede ser percibida como una invasión del territorio y, en individuos predispuestos, generar agresión, irritabilidad o ansiedad”, destaca Snitcofsky.
En este sentido, Jesús Bianchi Tarquino, veterinario especialista en trastorno de conducta, señaló a este multimedio: “Es importante tener una rutina donde el animal pueda esparcirse, jugar, salir, usar el olfato y resolver problemas”. “A diferencia de los humanos, ellos se adaptan mucho más rápido a una rutina nueva, pero tiene que ser algo progresivo. Si bien no es simple, tampoco es imposible”, agregó.
En cuanto al aumento de adopciones caninas registradas desde el inicio de la cuarentena, Bianchi Tarquino destaca que aquellas personas que optaron por incorporar un cachorro en la primera etapa del confinamiento generaron una “vida cotidiana de compañerismo y resolución de problemas por parte del ser humano, por lo que tendrán que llevar adelante un proceso adaptativo a partir del cual el animal entienda que uno se retira por un determinado tiempo y que no le va a pasar nada”.
Frente a esta problemática, los especialistas recomiendan preparar a las mascotas a la era pospandemia. Agustín Correa, quien se dedica a comportamiento y adiestramiento canino, aclaró a diario Hoy: “Lo ideal es empezar a dejarlos solos, en su lugar de la casa, y que sepa que es una zona de confort en la que se puede refugiar. Está bueno empezar a irse veinte minutos y volver, cada vez en tiempos más prolongados, para que el perro entienda que nos vamos y volvemos”.
“Si se acostumbra al perro a una forma de vida dependiente del humano, cuando se retome la normalidad van a aparecer problemas”, concluyó Correa.