Reportaron pérdidas de gas, pozos en veredas y anegaciones en Barrio Norte y La Loma

Ocurrió en la zona de 8 y 34 y de 16 y 33, donde los vecinos tuvieron que recurrir a Defensa Civil

Una vez más, vecinos de Barrio Norte y La Loma reportaron pérdidas de gas y pozos en las veredas, lo cual derivó en la intervención de Defensa Civil y la Policía en algunas zonas puntuales de la ciudad.

En calle 8 entre 33 y 34, por ejemplo, varios jubilados se despertaron con un fuerte olor a gas, producto de un nuevo robo de caños de cobre que forman parte de la estructura de los medidores.

El hecho ocurrió a media mañana, ante la vista de algunos peatones que pasaban por la zona y creían que estaban trabajando en la reparación de los medidores.

Además de quedarse sin el suministro de gas a mitad de cuadra, las personas tuvieron que ampararse en la intervención del personal de Defensa Civil que llegó rápidamente a la zona.

A metros de esto, en la esquina de 8 y 34, decenas de personas que suelen hacer los mandados o dirigirse hacia el Hospital Español se quejaron por una enorme cantidad de agua que está justo en la esquina donde funciona la Asociación Platense de Básquet.

En esta zona, una pérdida hizo que se fuera acumulando el agua en el lugar y que algunas personas con dificultades motrices se vieran obligadas a desviarse para eludir posibles ­accidentes.

Los problemas con las pérdidas de gas ya se habían repetido en La Loma, más precisamente en la calle 33, en donde también se sumó otro inconveniente en la esquina de 16: un enorme pozo sobre la esquina, producto del robo de la tapa de alcantarilla en el lugar.

Hace un mes, una mujer de más de 60 años trastabilló y sufrió una lesión en el tobillo, lo que derivó en que otras personas de la misma cuadra intentaran tomar cartas en el asunto y marcaran con cintas la zona peligrosa.

Hasta el momento, en ninguno de los dos reclamos la empresa ABSA acudió al lugar para aportar alguna solución a lo que los frentistas vienen denunciando, aunque el personal de Defensa Civil acudió al domicilio de los jubilados cuando se empezó a sentir un fuerte olor a gas en el frente de una casa de calle 8, que está pegada a un edificio, en el cual los integrantes de los pisos superiores también alertaron todo lo que estaba ocurriendo.

En Barrio Monasterio, en cambio, se procedió a la reparación de parte de la calle 80 entre 12 y 13, en donde hasta hace dos meses resultaba muy difícil poder circular debido a una enorme pérdida de agua y los baches que había a metros de la esquina.

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