“Representar al país en este nivel es lo máximo que le puede pasar a un profesional”

La selección nacional de pasteleros, apodada “Pampa”, se prepara a todo ritmo de cara a lo que será el Mundial del próximo enero en Francia. Lucas Carballo, integrante del equipo, dialogó con diario Hoy sobre este proceso.

Días atrás tuvo lugar en Chile la Copa América de la Pastelería. En este evento, la Argentina consiguió el tercer puesto y eso le valió ganarse un lugar en el próximo Mundial a desarrollarse en enero en Lyon, Francia. El seleccionado nacional, apodado “Pampa”, está compuesto por el capitán Néstor Reggiani, Matías Dragún y Lucas Carballo. Además, el director técnico del grupo es Mariano Zichert, quien ya representó al país en varias competencias mundiales. Sumado a esto, tras conseguir el boleto a la Copa del Mundo, se sumará al equipo David Giménez.

Para lograr esta clasificación, los chicos debieron superar un desafío de cinco horas. Allí, trabajaron Carballo y Dragún en un box, cada uno con tareas específicas en lo que respecta al desarrollo del postre y el plato. Con la temática magia, el equipo en esta oportunidad realizó una escultura de caramelo y otra de chocolate, un postre o torta helada emplatado y una paleta. “El proceso de selección del plato es algo complejo. Dentro del box somos dos personas, pero tenemos un coach y un capitán y mucha gente trabajando con nosotros. Entonces hacemos como un estudio de tendencia de los postres, cuando hay tiempo analizamos los jurados dependiendo los países porque los mismos capitanes de los otros países son los que nos juzgan. Es también combinación de texturas, de sabores, y siempre nos paramos en lo tradicional pero dándole una vuelta de rosca, actualizándolo con las nuevas tendencias y lo que va estando de moda al pasar los años. Así, la selección de los postres dentro del campeonato es de las tareas más complejas y lo que más lleva además de toda la estética”, le explicó a diario Hoy Lucas Carballo, integrante de “Pampa”.

“Todos los nervios y la ansiedad previa durante los meses de entrenamiento se van enseguida cuando uno está dentro del box. Uno previo al campeonato va analizando los países y tiene dudas porque todos se preparan bien, pero estábamos muy seguros nosotros del trabajo que teníamos que hacer. Estábamos confiados de que íbamos a clasificar porque trabajamos con mucha anticipación. Si bien pudimos realizar pocas prácticas, en esas nos fue muy bien. En algún momento igual dentro del box se cruza la idea de no clasificar y hay algo de nervios o presión, pero hay que reemplazarlo con buen trabajo y entregar todo a tiempo”, remarcó el pastelero. En lo que respecta a trabajar individualmente pero a la vez en equipo dentro del box, señaló: “Los que competimos ahí somos dos y cada uno tiene su tarea específica. Tenemos trabajos en conjunto en determinados momentos como en los despachos, ahí nos combinamos y hacemos un trabajo más en equipo, pero siempre estamos al tanto del otro para no perjudicar las presentaciones que vienen. Si bien hay un trabajo individual, dentro estamos conectados y estando pendientes de lo que pasa con el otro”.

Sin lugar a dudas representar a la Argentina es un sueño para miles de personas y los integrantes del equipo no le escapan a esta realidad. “Representar al país en este nivel es lo máximo que obtuve hasta ahora. Estoy orgulloso y feliz de esto y trabajo día a día para esto. Se que detrás de todo este trabajo que estoy haciendo hay mucha gente que nos sigue y nos apoya. El poder tener la bandera en nuestras chaquetas y poder escuchar el himno y representar al país es lo máximo que le puede pasar a un profesional. Lo queremos aprovechar y disfrutar, así que vamos a dar todo para lo que es el Mundial”, sostuvo.

De cara a lo que se viene en el próximo enero, Carballo concluyó: “Las expectativas son muy buenas. Después de la clasificación sentimos más apoyo y estamos felices del afecto recibido. Ya estamos trabajando y entrenando y eso es un indicio positivo. Si bien son pocos meses, estamos destinando muchas horas para tener un buen papel. Se hacen entrenamientos con tiempo real, replicando las nueve horas de la competencia”.

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