Se cumplen 105 años del asesinato del monje ruso Rasputín

Hace 105 años, el 30 de diciembre de 1916, el misterioso personaje Grigori Rasputín era asesinado tras un complot en su contra.

Rasputín nació el 21 de enero de 1869 en Pokróvskoye, un pequeño pueblo de la Siberia Occidental en Rusia, en una familia de campesinos y ya desde pequeño fue considerado como un ser extraño debido a sus "dotes místicos" y obsesiones espirituales: supuestamente tenía habilidades sobrenaturales como el don de la profecía, la adivinación y la sanación.

En 1905 la zarina Alejandra de Rusia tomó conocimiento de sus cualidades y le pidió asistencia cuando su hijo y heredero al trono, Alexéi Nikoláievich, se enfermó. El niño padecía de hemofilia, por lo que el monje decidió realizar una especie de hipnosis para curarlo. El joven heredero presentó mejorías tras su intervención. Por ello, se ganó gran reconocimiento en el país y fue nombrado médico personal de toda la familia zarina, obteniendo así mucho poder. Incluso, otras personalidades de la aristocracia empezaron a buscar su asistencia por sus dolencias y enfermedades. 

Un grupo de conspiradores, entre los que se encontraban nobles y militares, se reunieron para planificar el asesinato de Rasputín, para sacarlo definitivamente de su rol como consejero del Zar de Rusia, cansados de la influencia que había ganado sobre las decisiones de la realeza. 

Irina Yusúpov y su marido intentaron envenenarlo en una cena pero fallaron pero ese mismo día, Félix Yusúpov, un joven de la nobleza y esposo de Irina, llegó a dispararle al monje mientras intentaba escapar. Su cuerpo fue encontrado en el río Nevá. 

Hasta el día de hoy, se discute la figura enigmática de Rasputín y miles de rumores han surgido sobre su vida como por ejemplo su supuesta participación en orgías y sus romances con miembros de la aristocracia.