CIENCIA

Un estudio de la NASA afirma que la Tierra se volvió más oscura

Un desequilibrio entre el hemisferio norte y sur refleja menos radiación desde 2020 lo que puede provocar la aceleración en el derretimiento de los polos.

Un estudio del Centro de Investigación Langley de la NASA, ubicado en Hampton (Virginia, EE.UU.), determinó que la Tierra está reflejando menos luz solar que en décadas anteriores. 

Según datos satelitales recopilados entre 2001 y 2024, la capacidad de reflexión planetaria (lo que los científicos llaman albedo) ha disminuido, especialmente en el hemisferio norte.

La simetría hemisférica en el albedo terrestre es la medida de cuánta luz solar es reflejada por la superficie de nuestro hogar, hacia el espacio.

La investigación, publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, analizó 24 años de observaciones satelitales y comprobó que la capacidad del planeta de reflejar la radiación solar está desapareciendo.

La pérdida de reflectividad significa que el planeta, y especialmente el hemisferio norte, está absorbiendo más energía de la que solía. Según el equipo de investigadores, liderado por Norman Loeb, el declive se relaciona con la pérdida de hielo y nieve —que reflejan mucho el sol—, cambios en la formación de nubes y variaciones en el vapor de agua. Además, este desequilibrio podría alterar patrones climáticos globales.

Los datos del trabajo de la NASA revelaron que, aunque la radiación promedio que recibe la Tierra se mantiene entre 240 y 243 vatios por metro cuadrado, el hemisferio norte refleja cada vez menos energía hacia el espacio. 

La divergencia de 0,34 vatios por metro cuadrado (W/m²) por década, aunque parezca mínima, resulta relevante en el contexto climático global y puede generar efectos acumulativos a largo plazo.

“Se observaron todo tipo de cosas en observaciones y simulaciones que tienden a sugerir que esta simetría hemisférica es una propiedad fundamental del sistema climático, pero nadie encontró un marco teórico ni una explicación para ello”, afirmó Norman Loeb, físico del Centro de Investigación Langley de la NASA, quien dirigió el nuevo estudio. “Siempre observamos, pero no lo explicamos completamente”.

Mientras tanto, Loeb y sus colegas planean continuar monitoreando la asimetría e investigando sus causas con modelos climáticos más sofisticados.

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