Una tormenta descubrió fósiles

Pete Shaw con una de las rocas fosilíferas del lecho del arroyo Mangahouanga, en Nueva Zelanda.

La tormenta Gabrielle azotó la bahía de Hawke, en la costa este de la isla norte de Nueva Zelanda, y convirtió los arroyos y ríos de la zona en furiosos torrentes. Esto hizo que se perturbaran los lechos rocosos y que se voltearan piedras pesadas y enormes. En este proceso se han revelado un número todavía incierto de fósiles, reavivando la paleontología neozelandesa.

“A juzgar por lo que encontramos en solo una mañana, Gabrielle contribuirá enormemente a nuestro conocimiento colectivo sobre las criaturas que habitaron este lugar en las profundidades de la prehistoria”, explicó el gestor forestal Pete Shaw.

Ahora, expertos de GNS Science, en Wellington, están trabajando para identificar los hallazgos hechos en marzo de este año. Por lo pronto, estiman que encontraron restos fósiles del Elasmosaurus, un enorme reptil marino que vivió en esa zona hace unos 80 millones de años.

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