ENTREVISTA EXCLUSIVA

“Vemos con muchísima preocupación y angustia esta suerte de negación”

Diario Hoy dialogó en exclusiva con Josefina Saintout, directora del hospital San Roque de Gonnet, quien se expresó sobre la lucha que día a día llevan adelante para combatir la pandemia del coronavirus.

Josefina Saintout, especialista en terapia intensiva, asumió la dirección del hospital San Roque de Gonnet en febrero de este año. En ese entonces solo había ocho camas en terapia, y hoy cuenta con 22. La ocupación es de casi el 90%.

—¿Cómo es la situación del hospital en cuanto a ocupación y personal de terapia intensiva?
—Venimos trabajando hace poco más de dos meses con un 85, 90% de ocupación de camas de terapia intensiva. Si bien es similar este porcentaje de ocupación al que ocurre todos los años para esta altura, en este caso estamos hablando del triple de camas críticas. Es decir, de ocho camas de terapia intensiva, con las que contábamos al inicio de la pandemia, hoy tenemos 22. Este proceso de ampliación de camas no pudo acompañarse, como quedó de manifiesto en la carta que hizo la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, con el aumento en el número de médicos especialistas, enfermeros. Porque es un recurso humano, que requiere un tiempo de formación, y como quedó expuesto también con esta carta es un recurso que viene muy limitado y que, en los últimos años, ha ido decayendo por múltiples factores.

—Declaró hace algunos días que es una lucha que no pueden dar solos. ¿Qué les pide a la sociedad y en especial a muchos jóvenes que en este último tiempo comenzaron a salir mucho más?
—Los trabajadores de la salud supimos desde el primer momento que íbamos a tener un rol protagónico en la lucha con esta enfermedad, de la cual conocíamos muy poco y vamos conociendo a medida que la vamos transitando. Supimos que cuanto antes nos organizáramos, el impacto negativo que esta crisis iba a tener sobre la población iba a ser menor. Nos capacitamos, aprendimos muchísimo, aprendimos a trabajar incluso con el temor de contagiarnos, con el dolor de lo que está sucediendo y de tener que trabajar con pacientes críticos desvinculados de sus familias. Vemos con muchísima preocupación y angustia esta suerte de negación. Por un lado de naturalización, de ya casi minimizarlo, como si fuera un número nada más la cantidad de argentinos y argentinas que mueren diariamente. Pero además, como una suerte de indiferencia, de falta de empatía hacia nuestro trabajo por parte de la sociedad; obviamente inducido por sectores irresponsables de la dirigencia y demagógicos que ratifican esta negación, sobre todo en la población que siente que no está en riesgo. Y cuando se niega el riesgo se incurre en acciones equivocadas. Y en los jóvenes se ve. Les pedimos que aguanten, que piensen que al quedarse en casa están cuidándose y cuidándonos a todos. También hay jóvenes que la pasan muy mal con esta enfermedad.

—¿Cómo ve la gestión del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan? Destacó usted la creación del Comité de Ética Asistencial
—El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires ha hecho un trabajo y un esfuerzo enorme en relación a la pandemia. El sistema de salud en la provincia de Buenos Aires venía muy debilitado, incluso diría abandonado en algunos aspectos, y muy fragmentado. Hubo que reconstruir el sistema de salud, y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio que decretó el gobierno nacional tuvo un rol esencial en cuanto a este trabajo de reconstrucción de un sistema abandonado, en ruinas. Nos dio tiempo para organizarnos, y por ejemplo se incorporaron en la provincia de Buenos Aires alrededor de 6.000 trabajadores, entre médicos, kinesiólogos, enfermeros, enfermeras, personal de higiene, técnicos. Hubo una inversión millonaria en cuanto a insumos y equipamiento. El ministro Daniel Gollan nos notificaba a los hospitales que teníamos que crear el Comité de Ética Asistencial. Estos comités, que ya existían previamente, tienen la función de promover un entorno lo más humano posible en cuanto a la atención de los pacientes. Y es muy importante para asesorar en cuanto a la toma de decisiones en aquellas situaciones que se plantean conflictos éticos que no están limitados con el uso de respiradores o no, pero en situación de crisis está más que justificado tenerlos e implementarlos.

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