Alerta por fuertes tornados en EE. UU.
La aparición de este fenómeno natural podría darse principalmente en Oklahoma y Kansas, aunque las condiciones climáticas adversas estarán presentes en casi todo el país.
El Centro de Predicción de Tormentas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) y el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por su sigla en inglés) emitieron en su pronóstico del clima una alerta por fuertes tornados de riesgo alto en gran parte de Oklahoma y el sur de Kansas.
Además, este fenómeno podría producirse con una probabilidad menor, en otros nueve estados, muchos de los cuales también enfrentan otras advertencias por tormentas eléctricas, granizo e inundaciones, mientras que hay jurisdicciones que deberán estar atentas ante posibles incendios.
Según el mapa de NOAA, un área de casi 60.000 kilómetros cuadrados que abarca parte del centro y norte de Oklahoma y del sur de Kansas se encuentra bajo un alto peligro de aparición de tornados, concretamente, con una probabilidad del 30%, lo que representa un riesgo de 5 de 5.
Dentro de la zona afectada se encuentran las ciudades de Oklahoma City y Tulsa, en Oklahoma, y Wichita, Topeka y Norman, en Kansas. Se estima que en toda esa área viven cerca de dos millones de personas.
En esos dos estados también existe otro anillo con probabilidad del 15% de tornados, mientras que una extensa zona que abarca a su vez sectores del norte y este de Kansas, noroeste de Arkansas y oeste de Misuri, presenta una probabilidad del 10%.
Asimismo, hay una posibilidad menor (2% - 5%) y riesgo leve de tornados en el sur de Iowa, oeste de Illinois, norte de Texas, centro y este de Nebraska, gran parte de Dakota del Sur y pequeñas áreas de Dakota del Norte, Montana y Wyoming, así como porciones aisladas de Tennessee, Carolina del Norte, Alabama y Georgia.
Oklahoma, que junto a Kansas es el estado con mayor riesgo de este fenómeno, sufrió la semana pasada el paso de una serie de tornados que arrasaron múltiples pueblos y ciudades, como Sulphur y Holdenville. Allí hubo edificios derrumbados, techos y ventanas desprendidas e infraestructura devastada. También se registraron cuatro muertos y más de un centenar de heridos.