Amplio despliegue policial en Francia para frenar las protestas

Las manifestaciones ya llevan más de 3 días.

El asesinato de un joven de 17 años en el marco de un control de tránsito desató la furia en Francia y París fue escenario de violentas manifestaciones en los últimos tres días. Por eso, el gobierno realizó un enorme despliegue de fuerzas policiales.

Cientos de policías y hasta blindados fueron dispuestos en las calles de la capital, con el objetivo de contener los disturbios que se extendieron a varias ciudades. Incluso hasta los servicios de transporte se limitaron durante la noche para frenar las olas de personas.

Después de otra noche con edificios públicos atacados, tiendas saqueadas y vehículos incendiados, el presidente Emmanuel Macron reforzó las medidas de seguridad y apeló directamente a los padres de los menores que participan en las protestas. Incluso en este contexto, ya se produjo la muerte de un joven de 20 años que falleció tras caer del techo de un edificio, en Petit-Quevilly.

“Estas próximas horas serán cruciales”, remarcó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, dirigiéndose a las fuerzas del orden y a los bomberos. Francia “se enfrenta a unos disturbios de una violencia inusitada”, agregó.

El gobierno informó de la detención de 875 personas, 408 en París y sus suburbios, y de 249 agentes heridos, así como de 492 edificios atacados y de 2.000 vehículos calcinados.

La primera ministra, Élisabeth Borne, dijo que se estudiarían “todas las opciones”, entre ellas el estado de emergencia que piden la derecha y la ultraderecha, pero finalmente el gobierno recurrió a medidas de otro tipo para evitar más disturbios.

El presidente Macron apeló a la “responsabilidad” de los padres de menores que participan en los disturbios, para evitar que salgan a la calle, y de las redes sociales, para que retiren contenidos vinculados con las protestas e identifiquen a sus usuarios.

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