Crece la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte

Tras el lanzamiento de un misil balístico el martes pasado por parte del país asiático, las autoridades norteamericanas le exigieron al líder norcoreano, Kim Jong-un, que detenga sus pruebas con misiles, ya que las consideran provocativas.

Un diplomático enviado desde Estados Unidos a Corea del Norte, Sung Kim, instó al país asiático a abstenerse de realizar pruebas adicionales de misiles y reanudar la diplomacia nuclear. A su vez, comentó en Seúl que Estados Unidos está dispuesto a un diálogo sin condiciones previas con Corea del Norte. De hecho, la gente cercana a Joe Biden expresó que están dispuestos a tener diálogo “en cualquier lugar y en cualquier momento”.

Justamente allí, Sung Kim aprovechó para reunirse con su homólogo surcoreano Noh Kyu-duk donde dieron una conferencia de prensa en conjunto, luego de tener un encuentro con el representante japonés en Washington. “Pedimos a la RPDC que cese estas provocaciones y otras actividades desestabilizadoras y, en cambio, entable un diálogo. Seguimos dispuestos a reunirnos con la RPDC sin condiciones previas y hemos dejado en claro que Estados Unidos no alberga ninguna intención hostil hacia la RPDC”, declaró ante la prensa Kim. A su vez, además de catalogar el hecho como “preocupante y contraproducente”, mencionó también que las autoridades estadounidenses están dispuestas a abordar cuestiones como la cooperación en materia humanitaria.

Esta situación se produce luego de lo que fue el último martes el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte, lo que generó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. En este sentido, se trató de su quinta ronda de pruebas de armas en las últimas semanas y fue el primer lanzamiento submarino de este país desde octubre de 2019. Precisamente este disparo violó múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas según Estados Unidos, que además calificó al suceso como “provocativo”. Por su parte, sobre el misil que fue lanzado a las 10 desde el mar en las cercanías de Sinpo, el comando del Indo-Pacífico de EE. UU. sostuvo que no representa una amenaza inmediata.

El líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró que su programa no tiene intenciones hostiles a la par que culpó al gobierno de Joe Biden por las sanciones contra su país. Desde agosto pasado se cortó la línea directa entre ambos países tras las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.

Desde principios de 2019 que las conversaciones entre EE. UU. y Corea del Norte en torno a ponerle un fin al programa nuclear se encuentran estancadas. El país asiático explicó que el regreso a las conversaciones estaba condicionado a que EE. UU. abandone las sanciones y los simulacros militares regulares entre Washington y Seúl.

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