Cuatro personas fueron apuñaladas en una misa en Sídney
El obispo que la oficiaba fue uno de los heridos. Por su parte, el atacante fue detenido. Esta sensible situación se suma a lo sucedido el último sábado en un shopping.
Un total de cuatro personas fueron apuñaladas el lunes mientras se desarrollaba una misa en Sídney, Australia. El suceso fue perpetrado mientras la ceremonia era retransmitida por internet, por lo que rápidamente por las redes sociales comenzó a viralizarse el momento del ataque del hombre, que ya fue detenido. Según se pudo ver, un hombre, aún sin una justificación dada a conocer, se precipitó sobre el obispo que daba la misa atacándolo con un cuchillo. De acuerdo con las imágenes, el hombre apuñaló reiteradas veces a Mar Mari Emmanuel, quién se estaba dirigiendo a los fieles. Otro de los heridos fue el sacerdote Isaac Royel. De igual forma, a pesar de la gravedad, las autoridades informaron que ninguno de los cuatro heridos corre riesgo de perder la vida.
El ataque sucedió en la Iglesia del Buen Pastor del distrito Wakeley, a 30 kilómetros al oeste del distrito financiero central de Sídney. Tras el ataque, un importante núcleo de personas se congregó fuera de la Iglesia exigiendo que sacaran al agresor, a la par que le lanzaban piedras a la Policía. Ante este escenario, la fuerza policial disparó gas pimienta mientras trataba de correr a la gente del lugar. Los incidentes fueron de tal magnitud que debieron participar unos 100 efectivos policiales, terminando dos de ellos con heridas leves.
Este terrorífico episodio sucede a tan solo dos días de lo ocurrido en un shopping en esta misma ciudad, donde otro hombre atacó también con un cuchillo a personas, asesinando a dos de ellas e hiriendo a tantas otras. Ese episodio concluyó con el atacante siendo abatido por una mujer policía, que entró sola al centro comercial. Esta fue la peor matanza en masa en el Estado desde el incendio de un hogar de ancianos en 2011, cuando 11 personas murieron en un ataque incendiario. Por lo pronto, las autoridades no encontraron conexiones entre estos hechos, recordando que lo que pasó en el shopping nada tiene que ver con una lógica terrorista.