El gobierno británico defendió su decisión de no pedir test negativos para entrar al país

Hacer análisis “dejó de ser útil” ante la variante Ómicron, argumentaron.

El gobierno británico defendió ayer el anuncio de relajar las medidas para los viajantes que entran a Inglaterra y sostuvo que, con la variante Ómicron de coronavirus tan extendida, hacer test para detectarlo “dejó de ser útil” porque la proporción de casos positivos que llega del extranjero es completamente minúscula en comparación con los números que hay en el Reino Unido.

“Ómicron es global, es mundial, todo el mundo lo tiene ahora, la proporción que llega del extranjero es completamente minúscula en comparación con los números que están aquí”, dijo el ministro de Transporte, Grant Shapps, a la cadena de televisión Sky News.

“Por lo tanto, ahora está muy extendido y, en cierto sentido, los test de Ómicron han dejado de ser útiles, por lo que podemos retirarlos de los viajes internacionales antes de ingresar al Reino Unido”, afirmó.

Ante la fuerte propagación de Ómicron, el gobierno británico anunció el miércoles el fin de las restricciones a viajes desde el extranjero impuestas para proteger al país de esa variante del coronavirus, mucho más contagiosa pero aparentemente menos letal.

Noticias Relacionadas