El Papa convocó a luchar contra el extremismo en su histórica visita a Irak
El Sumo Pontífice hizo un recorrido por varios sitios en medio de una zona en tensión. En la tierra de Abraham, símbolo de unión entre judíos, cristianos y musulmanes, se reunió con otros líderes religiosos.
En su histórica visita a Irak, el Papa Francisco hizo un recorrido por diversos sitios que fueron marcados por hechos de diversa índole a lo largo de los años y, en medio de una disputa armada entre Irán y Estados Unidos por la influencia en el territorio, cuestionó la injerencia extranjera.
“Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local. La diversidad religiosa, cultural y étnica que ha sido uno de los distintivos de la sociedad iraquí durante milenios es un recurso precioso, no un obstáculo a eliminar. Irak está llamado hoy a mostrar a todos, especialmente en Medio Oriente, que la diversidad, en vez de dar origen a conflicto, debería conducir a una cooperación armoniosa de la vida en sociedad”, dijo Francisco al llegar a Bagdad.
Más tarde, el Papa visitó la Catedral de Nuestra Señora de la Salvación de Bagdad, blanco en 2010 de un atentado del grupo Estado Islámico. En aquel escenario del horror donde hubo 50 víctimas, lo recibió un grupo de niños, que le colgaron una corona de flores amarillas.
“Quiero también recordar a todas las víctimas de la violencia y las persecuciones, pertenecientes a cualquier comunidad religiosa”, manifestó al recordar ese atentado y otros crímenes contra grupos religiosos.
En otro orden, dedicó un mensaje ante unos 100 jóvenes del clero que lo recibieron allí y manifestó que “en todas partes los jóvenes son portadores de promesa y de esperanza, y sobre todo en este país. De hecho, aquí no hay solamente un patrimonio arqueológico inestimable, sino una riqueza incalculable para el porvenir: ¡son los jóvenes! Son su tesoro y hay que cuidarlo, alimentando sus sueños, acompañándolos en el camino y reforzando su esperanza”.
En el segundo día se reunió con el gran ayatolá Ali al-Sistani, la máxima autoridad del islam chiita y considerado uno de los hombres más influyentes del país. “Subrayó la importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas para, cultivando el respeto recíproco y el diálogo, se pueda contribuir al bien de Irak, de la región y de la entera humanidad”, comentó el Papa.
Luego, Francisco fue el primer pontífice en viajar a la ciudad de Ur, considerada como la tierra del patriarca Abraham, quien fuera símbolo de unión entre cristianos, judíos y musulmanes. Desde allí llevó a cabo un encuentro con líderes de otras religiones para pedir terminar con el extremismo.
“Este lugar bendito nos remite a los orígenes, a las fuentes de la obra de Dios, al nacimiento de nuestras religiones. Nosotros, descendencia de Abraham y representantes de distintas religiones, sentimos que tenemos sobre todo la función de ayudar a nuestros hermanos y hermanas a elevar la mirada y la oración al cielo”, manifestó.