El príncipe Harry no podrá financiar su propia seguridad

Harry perdió privilegios cuando renunció a sus deberes reales.

El príncipe Harry de Inglaterra sufrió una derrota en su segundo intento judicial contra el Ministerio del Interior británico, que le prohíbe tener seguridad personal financiada con fondos públicos, o incluso si pudiera pagar él mismo de su bolsillo.

Harry perdió el acceso a los fondos y a otros privilegios cuando renunció a sus deberes reales y se trasladó a vivir con la actriz Meghan Markle a Estados Unidos.

El Ministerio del Interior, responsable de la Policía, la inmigración y la seguridad, decidió en febrero de 2020 que el príncipe dejaría de recibir seguridad personal pagada con fondos públicos y tampoco hacerse cargo de ella cuando estuviera en el Reino Unido.

La decisión se basó en la evaluación del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec) que considera que no es apropiado para personas ricas “comprar” seguridad, incluso si pueden costearla.

Esta decisión radica en el equilibrio entre la responsabilidad del Estado de garantizar la seguridad de las figuras públicas y la necesidad de asignar los recursos públicos de manera adecuada. Según las autoridades, permitir que personas con recursos económicos paguen por su propia seguridad podría debilitar la ­confianza pública en la Policía y crear inequidades en la protección proporcionada a diferentes personas.

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